Su última reunión a manera de despedida fue el jueves. Ahí la presidenta Jeanine Áñez les agradeció por su labor y lealtad. Horas después comenzaron a renunciar a sus cargos, pero mucho antes de la transmisión de mando del domingo, cuando Luis Arce asuma el poder.
Los primeros en renunciar fueron Iván Arias, ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda y Branko Marinkovic, ministro de Economía.
Luis Fernando López, ministro de Defensa y Arturo Carlos Murillo, ministro de Gobierno también se alejaron del Órgano Ejecutivo.
De hecho, no aparecieron en la última fotografía oficial con Áñez. Horas antes, se había conocido su arraigo por el caso de la compra de gases lacrimógenos con supuesta irregularidad.
Luego vino la seguidilla de renuncias, entre ellas la del ministro de Desarrollo Productivo, Adhemar Guzmán; del ministro de Energías, Álvaro Guzmán; del ministro de Justicia, Álvaro Coimbra; y de la ministra de Salud, Eidy Roca.
Hasta la media noche de este viernes, se supo de la dimisión de Gonzalo Quiroga, ministro de Planificación del Desarrollo; Yerko Núñez, ministro de la Presidencia, Jorge Oropeza, ministro de Minería y Álvaro Tejerina, ministro de Trabajo
El protocolo de transmisión de mando en Bolivia acostumbra tener como invitados en la asunción del nuevo gobernante a su antecesor y sus colaboradores.
En esta ocasión no sucederá así. Es más, Áñez ha decidido retornar a su natal Beni mucho antes de que Luis Arce ocupe la silla presidencial.