Por primera vez desde que tomó el mando como director técnico de la selección nacional, el venezolano César Farías aseguró no tener ningún problema en que los detalles del contrato que firmó con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) se hagan públicos, dijo este domingo en una conferencia de prensa en La Paz, horas después de que el documento fuera filtrado en su totalidad.
“No lo tengo, no lo he visto, entonces no sé si es el verdadero”, subrayó respondiendo a la consulta de PREMIUM, pero como nunca antes se mostró partidario de que sea de conocimiento público.
La posición de Farías es totalmente opuesta al silencio que el DT mantuvo desde 2019 al respecto y a la versión que, sobre el tema, manejaron los dirigentes de la FBF por una supuesta cláusula de confidencialidad.
“Las personas que en su momento me contrataron me pidieron esa confidencialidad”, explicó.
“A mí me sirvió porque aún tengo familia en Venezuela”, agregó, en alusión a que mantener el silencio le ayudó a eludir los riesgos por secuestros y otros delitos que se registran en ese país.
Farías fue contratado por la FBF a partir de septiembre de 2019, cuando el titular de la Federación era César Salinas, fallecido en 2020.
A partir de ahí los términos del documento eran parte de un secreto bien guardado, aunque más de una vez hubo filtraciones sin que se supiera si contenían el acuerdo real.
Luego de afirmar que en Estados Unidos todos los contratos deportivos son públicos, Farías sostuvo que ahora no tiene “ningún problema si salió el verdadero” y que tampoco le asiste “ningún tipo de inconveniente por eso”.
‘NO TENGO PROBLEMA QUE ESTÉ A LOS OJOS DE TODO EL MUNDO, ME PARECE PERFECTO’.
El presidente de la FBF, Fernando Costa, recalcó que desconoce si el documento filtrado es el verdadero, sí aseguró que bajo su mando “estamos en un proceso de transparentar todo, y todos los contratos que firmamos están disponibles para que cualquier miembro de la FBF tome conocimiento”.
Los detalles
De acuerdo con el documento que llevan las firmas de Salinas y Farías, el mismo es por 800.000 dólares anuales, de los cuales la FBF hace de agente de retención impositiva del 15,5%. Por tanto, el monto se reduce a 676.000 dólares por año.
De esa suma, el entrenador es quien se hace cargo de cancelar los salarios de una parte de su cuerpo técnico: Luis García, Gustavo Pellicena, Lucas Nava y Manuel Llorens, según reza el documento.
A la firma del contrato y por concepto de prima por única vez, la Federación desembolsó en favor de Farías 59.171 dólares “sujetos a retención impositiva del 15,5%”.
Aparte, por la dirección técnica de las selecciones Sub-19, Sub-17 y Sub-15, hay un monto de 50.000 dólares anuales, también con menos el 15,5%.
EL MONTO ANUAL DEL CONTRATO ES DE $US 800.000. LA FBF RETIENE EL 15,5%, ENTONCES LA SUMA A PAGAR ES DE $US 676.000.
Están acordados una serie de porcentajes por concepto de premios, tanto por la participación de la selección boliviana en la Copa América y conforme vaya subiendo de fases, incluido el título, las eliminatorias e incluso en caso de clasificación y asistencia al Mundial de Qatar 2022 con sus consecuencias (fase de grupos, octavos, cuartos, semifinal, final, título).
Al margen, la FBF se encarga de proporcionar una casa para la vivienda del entrenador y un vehículo para su uso particular; además de departamento para cada uno de los miembros de su cuerpo técnico.
¿Y si rescinden?
Hay cláusulas para la rescisión de contrato por causas ya sean atribuibles a la Federación Boliviana de Fútbol como al entrenador.
Si es por acuerdo mutuo “las partes podrán poner fin a la relación que las une sin mayor formalidad que la suscripción del pertinente documento”.
Pero si el rompimiento es unilateral sin causa justificada, hay montos que cada uno debe cubrir.
Si la FBF opta por la ruptura anticipada “deberá abonar al entrenador la suma de 400.000 dólares”, además de todo lo adeudado por concepto de salarios y premios que hubiese ganado. Pero si es al revés y es Farías el que decide marcharse, el DT deberá pagar a la FBF la suma de 300.000 dólares.
La duración del documento es a partir de septiembre de 2019 hasta la conclusión de las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022 o, en caso de clasificación, hasta que termine la participación de Bolivia en la próxima Copa del Mundo.