Al menos 200 ballenas piloto murieron en una playa situada en la bahía de Macquarie, al oeste de la isla autraliana de Tasmania. Mientras que otros 35 cetáceos fueron pudieron ser rescatados tras un varamiento masivo que ocurrió en la víspera en ese remoto lugar, reportaron medios australianos.
Debido a la complejidad del asunto, los equipos de rescate tuvieron que concentrarse en trasladar a los ejemplares «con las mejores posibilidades de supervivencia» hasta aguas más profundas mediante el uso de grúas y botes.
Mientras tanto, para mantener a las ballenas con vida, los rescatistas colocaron toallas húmedas y arrojaron cubos de agua sobre los animales atrapados en los bancales de arena.
Este masivo varamiento se produjo exactamente dos años después de que unas 470 ballenas piloto, también conocidas como calderones, se quedaran varadas en este mismo lugar, de los cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevados a altamar.
«A diferencia del varamiento que tuvimos hace dos años, en el que muchos de esos animales se encontraban en el estuario del puerto y por lo tanto estaban varados en aguas mucho más protegidas, (en este caso) las condiciones ambientales y el oleaje en la costa oeste expuesta, Ocean Beach, ciertamente está haciendo mella en los animales», dijo al canal público ABC el controlador de incidentes, Brendon Clark.
Este incidente en la bahía de Macquarie se produjo un día después de la muerte de 14 cachalotes tras quedar varados en una playa de la sureña isla King, también en la región de Tasmania, informaron medios internacionales.