A la fecha, unas 831.000 hectáreas son presa del fuego en el oriente de Bolivia. El Gobierno instala una cita para evaluar la situación y analizar el pedido de apoyo aéreo. El plan contempla la posibilidad de acudir al Supertanker, un enorme avión cisterna.
“Hasta este momento, el año pasado teníamos 4.200.000 hectáreas quemándose, siendo presas del fuego; hoy estamos con 831.000, no hemos llegado al millón. Esa no es una buena información, igual mueren animales, fauna, igual nos pone en emergencia”, informó el ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Iván Arias.
Arias explicó que a diferencia de 2019, cuando el fuego se concentró en la Chiquitanía, “este año se ha abierto por manos irresponsables y criminales a los valles mesodérmicos”, que han generado situaciones de preocupación en poblados como San Marcos y Mosquera del municipio de Postrervalle, en Santa Cruz.
Emergencia
La emergencia persiste debido a que la dirección de los fuertes vientos reportados en las horas precedentes ha provocado que el fuego se dirija a la región de Abapó, en los municipios de Cabezas y Gutiérrez, donde hay concentración de habitantes y campos petroleros, lamentó la autoridad.
Este domingo, Arias y López se trasladarán hasta esa región con equipos pesados para mitigar las llamas. El lunes, harán un sobrevuelo en las regiones más afectadas junto con el gobernador Rubén Costas.
Al mismo tiempo, personeros de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) evaluarán la situación de los equipos de telecomunicación, entre ellos varias antenas, que se calcinaron en los incendios, lo que ha provocado el corte de ese servicio.