El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció en la víspera la entrada en vigor de un aislamiento estricto por nueve días a partir del sábado en las zonas de mayor riesgo epidemiológico y dispuso ayudas económicas y sociales para los sectores más afectados por las restricciones, en el marco de lo que calificó como «el peor momento desde que comenzó la pandemia» del coronavirus en ese país.
El jefe de estado confirmó que en los próximos días se reforzará el plan de vacunación con la llegada de una gran cantidad de dosis y sostuvo que en pocas semanas estarán inmunizados todos los grupos de riesgo.
«Siete de cada diez mayores de 60 años recibieron ya una dosis», dijo, según un reporte de Télam.
El Jefe del Estado anunció que quedan restringidas las actividades de todo tipo que no sean esenciales y la circulación en zonas de alto riesgo o alarma epidemiológica por nueve días, hasta el 30 de mayo.
En cadena nacional, Fernández informó que las restricciones alcanzarán «las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial», con la salvedad de «los comercios esenciales» con servicio «a domicilio y para llevar» de «cercanía».
Fernández aclaró que en ese período sólo habrá tres días hábiles, ya que el resto son feriados o fines de semana, y adelantó que «terminados los nueve días de restricciones se retomarán las actividades, según el riesgo epidemiológico de cada zona», aunque advirtió que la modalidad de restricción hasta el 30 de este mes se repetirá el fin de semana del 5 y 6 de junio venidero.
El Presidente alertó que Argentina está viviendo «el peor momento desde que comenzó la pandemia» y llamó a asumir «la gravedad» de la situación más allá de lo que cada uno piense, «sin sacar ventajas», sino «unidos» para enfrentar esta «catástrofe».
La situación «es muy grave y se evidencia en el país», contó Fernández, y reflejó con «el aumento» de la demanda de «camas y respiradores», situación que «no se resuelve si no se restringe contagio y circulación».