El alcalde Iván Arias responsabilizó este viernes a la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) por la depredación que sufren Zongo y Hampaturi, debido a la extracción minera que se efectúa a causa de las concesiones “indiscriminadas” que se otorgaron a cooperativistas.
“La Paz está siendo depredada porque la AJAM está dando licencias, está dando cuadrículas de explotación varias veces. La minera se ha convertido en la principal depredadora”, denunció la primera autoridad de la ciudad de La Paz.
Además, advirtió que con las concesiones indiscriminadas para la actividad minera y la explotación ilegal de minerales no solo se está acabando con el municipio, sino que se está poniendo en peligro las fuentes de agua.
“La actividad minera legal e ilegal no solo está acabando con nuestro municipio, sino que estamos poniendo en peligro nuestras fuentes de agua”, señaló.
Por su parte la secretaria de Planificación María del Carmen Rocabado, explicó que, a pesar de la oposición de la Alcaldía a la concesión de 19 licencias mineras en el municipio, constataron que varias cooperativas mineras continúan operando de forma ilegal en la región.
“Nos hemos opuesto, hace dos meses aproximadamente, a que se den 19 concesiones legales en el municipio de La Paz. Sin embargo, siguen trabajando en forma ilegal”, afirmó.
Asimismo, la funcionaria municipal sostuvo que la situación en estos dos macrodistritos rurales es alarmante, por el elevado número de concesiones mineras que afectan gravemente el entorno natural y porque existen medio millar de solicitudes de minicuadrículas que no procederán, “pero igual seguirán trabajando”.
“Se han aprobado, hasta el momento, creo que solamente como 200 minicuadrículas, que no están ni siquiera en funcionamiento algunas, pero tenemos más de 500 solicitudes y lo peor de todo es que esas solicitudes que no van a proceder, igual están trabajándolas”, dijo.
Por último, Rocabado expresó su preocupación por la explotación descontrolada en Zongo, señalando que han identificado al menos 240 cuadrículas de concesiones legales, y estiman que existen alrededor de 500 concesiones ilegales en la zona.
Esta actividad minera desmedida está provocando la deforestación de áreas boscosas vitales para la regulación hídrica de la región, lo cual impacta negativamente en el ciclo hidrológico y podría tener consecuencias devastadoras en el largo plazo.
“Tenemos que pensar que éste (explotación minera) es uno de los deterioros más grandes que puede sustituir nuestro territorio hacia el lado del norte del departamento de La Paz, que desemboca en varios ríos”, concluyó.
