El peso de “vigilancia” para el pan de batalla en hornos panificadores de El Alto debe ser, mínimo, de 60 gramos y ese valor es verificado por el personal de la Intendencia Municipal en varios operativos, informó este martes la Alcaldía alteña.
Además, los hornos deben operar en ambientes limpios y con personal que cuente con ropa de trabajo adecuada para asegurar las condiciones higiénicas en la manipulación de los alimentos.
“Se está procediendo a la intervención de los hornos tras recibir denuncias de la población sobre la reducción del peso y el aumento en el precio del pan. Implementaremos diversos controles para garantizar que el pan se ofrezca a un precio y peso justo. Además, con el personal de inocuidad, nos aseguramos de mantener los estándares higiénicos necesarios”, informó el Intendente Municipal, Carlos Endara.
Durante la jornada de inspección se observó que algunas panificadoras presentaban condiciones de higiene deficientes, con ambientes poco adecuados para la producción de alimentos. Las cocinas se encontraban en mal estado y las latas deterioradas, y sucias.
Y de acuerdo con la responsable de inocuidad, las panificadoras deben cumplir con los requisitos para la elaboración de alimentos, como tener una licencia de funcionamiento, un certificado de fumigación y el carnet sanitario de los trabajadores. También deben asegurarse de que los espacios destinados a la conservación de insumos se mantengan limpios y secos.
Por último, Endara, explicó que las sanciones para las panificadoras que incumplan las normativas sobre precio, peso e inocuidad del pan pueden incluir multas y cierre temporal del establecimiento. Además, advirtió que realizan operativos constantes debido a que actualmente la urbe cuenta con más de 800 panificadoras.