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jueves, 4 de julio de 2024
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Arce junto a Morales recibieron el nuevo año andino amazónico 5530 en Tiwanaku

Arce dijo del antiguo templo ceremonial que es un lugar lleno de fuerza, de kamasa, y que se debe pedir permiso  a la Pachamama para recibir el año nuevo con esperanza, con buenos presagiosas para la buena cosecha y la siembra y, por lo tanto, para la producción de la tierra

El presidente Luis Arce junto al expresidente Evo Morales, recibieron la madrugada este martes los primeros rayos del sol en la celebración del nuevo año andino amazónico 5530, en las ruinas de Tiwanaku.

El mandatario participó de la ceremonia con amautas, o sacerdotes andinos, y jefes de ayllus de comunidades altiplánicas levantando las manos en dirección a la estrella y en augurio de buena fortuna.

Arce dijo del antiguo templo ceremonial que es un lugar lleno de fuerza, de kamasa, y que se debe pedir permiso  a la Pachamama para recibir el año nuevo con esperanza, con buenos presagiosas para la buena cosecha y la siembra y, por lo tanto, para la producción de la tierra

«Este Año Nuevo significa más armonía, más unidad entre todos y cada uno de nosotros. Este Año Nuevo va a ser el año en que otra vez vamos a volver a bailar, vamos a poder celebrar y vamos a poco a poco a despedir las malas cosas que han estado viniendo desde algún tiempo atrás. Son, pues, los deseos que tenemos para el pueblo boliviano, para nuestras hermanas y hermanos bolivianos. Todos queremos lo mejor y todos vamos a trabajar para lo mejor», señaló el jefe de Estado en la oportunidad.

Considerado un importante centro espiritual anterior a los incas, Arce, y David Choquehuanca, estuvieron en el mismo lugar el 6 de noviembre de 2019, dos días antes de su posesión en la primera magistratura del país, “para que la salud y la fuerza” los acompañe para gobernar Bolivia.

Ubicado a 20 kilómetros del lago Titicaca y a 71 de la ciudad de La Paz, Tiwanaku es un enorme conjunto de ruinas que se extiende sobre un área de 420 hectáreas.

La festividad del solsticio en las ruinas arqueológicas –la más alta de América, a 3.840 metros sobre el nivel del mar– se inició en la madrugada con música autóctona, folclor rock y una ofrenda a la Pachamama, la Madre Tierra.

Luego de los primeros rayos del sol, las autoridades compartieron un desayuno andino, api (hervido de granos de maíz) con buñuelos, y luego se inició la entrada folclórica autóctona con la participación comunitaria de ayllus vecinos y estudiantes de secundaria del altiplano.