El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, pidió este martes al Gobierno de Canadá que tome con responsabilidad el pedido de Bolivia respecto a la autorización de una licencia obligatoria para que la empresa farmacéutica Biolyse Pharma fabrique una vacuna contra el COVID-19 y provea de 15 millones de dosis al país.
“Pedir a las autoridades (de Cánada) tomar con responsabilidad esta solicitud que abraza la posibilidad de alcanzar esta anhelada meta de llegar a una inmunización mayoritaria”, dijo en el marco de una conferencia de prensa internacional denominada “Justicia por las vacunas”.
El 11 de mayo de este año se suscribió un contrato entre Biolyse Pharma y la Central de Abastecimiento y Suministro de Salud (CEASS), para la producción de 15 millones de dosis de las vacunas Jhonson & Jhonson, siempre y cuando se consiga la licencia obligatoria.
Sobre el avance de la aplicación del acuerdo, Blanco explicó que Bolivia inició el proceso para conseguir la licencia obligatoria con la notificación de su uso como país importador de los inoculantes y solicitó que Canadá, conforme a su propia legislación, informe sobre su intención de ser una nación exportadora, porque la compañía que es parte del acuerdo, tiene su fábrica allá.
El procedimiento, dijo, requiere la voluntad política del gobierno canadiense para efectivizar el pedido.
“Sin embargo, al día de hoy, ya estamos en el mes de noviembre, han pasado varios meses, vemos que no ha sido posible obtener, por parte del Gobierno de Canadá, esta voluntad política que se requiere para tener estas licencias obligatorias”, lamentó.
Ante ello, Blanco agregó que Bolivia continuó con su requerimiento e hizo una solicitud oficial con el uso de los canales diplomáticos respectivos para que el Gobierno de Canadá dé una respuesta.
“La única respuesta es que el tema está en análisis y que cuando se tenga alguna respuesta, algún avance, se nos comunicaría. De momento, y por estos ya varios meses, no hemos recibido ninguna respuesta adicional”, añadió.
El titular de Comercio Exterior e Integración recordó que la obtención de la licencia obligatoria para la producción de vacunas contra el COVID-19 es importante no sólo para Bolivia, puesto que permitirá también que otros países en desarrollo, que no tienen todavía acceso a los inoculantes, puedan “encontrar un camino” para adquirirlos.
“A medida que va pasando el tiempo, vamos lamentando mayor cantidad de pérdidas de vidas, más con la cuarta ola en todos los países del mundo y en especial en los países en desarrollo y los países menos adelantados”, concluyó.