El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, reportó esta jornada que el número de afectados subió a 61.909 y los damnificados a 24.065, haciendo un total de 85.974 familias; producto de las intensas precipitaciones que vive el país.
Los derrumbes, desborde de ríos, inundaciones, mazamorras y otros en diferentes regiones de Bolivia, hicieron que en La Paz y Pando se declararan en emergencia departamental.
Un total de 1.328 viviendas están dañadas y 947 completamente destruidas, además, se reportaron 52 fallecidos y 5 desaparecidos.
Por su parte, el Gobierno informó que entregó alrededor de 400 toneladas de ayuda humanitaria para las familias afectadas.
“Se ha entregado alrededor de 400 toneladas de ayuda humanitaria, con una inversión que supera los tres millones de bolivianos, tomando en cuenta que se está desplazando maquinaria pesada en distintos municipios y entregando mallas de gaviones. Es parte del trabajo de primera respuesta ante los acontecimientos”, explicó Calvimontes.
De acuerdo con los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) la alerta roja para el departamento de La Paz y Pando continuarán hasta el 23 de marzo.
“Ha sido un periodo muchísimo más duro y complicado, pero esto no ha finalizado, seguramente las cifras van a seguir subiendo tomando en cuenta que el Senamhi ha pronosticado que las lluvias continuarán en todo el mes de marzo”, advirtió la autoridad.
En el marco del plan de atención, el Comando Conjunto de Respuesta a Eventos Adversos de las Fuerzas Armadas movilizó a 4.251 militares de 40 unidades.