Secuelas del consumo de alcohol y dolor de cabeza, principales trastornos mentales en Bolivia

“Hasta los 5 años, la carga de los trastornos MNSS se debe principalmente a la epilepsia (54%) y autismo (39%)”.

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En Bolivia, los hombres se ven afectados por las secuelas del consumo de alcohol, dolor de cabeza y el trastorno de dolor persistente somatomorfo; y las mujeres por dolor de cabeza, ansiedad y depresión, en ese orden, según el estudio “La carga de los trastornos mentales en la Región de las Américas”.

La investigación sobre los trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y el suicidio (MNSS) fue desarrollada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la información con la que T-Informas inicia este artículo es parte del perfil del país en términos de Años de Vivida Ajustados por Discapacidad (AVAD), indicador que en palabras sencillas calcula los años de vida perdidos debido a esas enfermedades.

Los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias sicoactivas —alcohol, el cannabis, anfetaminas, éxtasis, cocaína u otros—, y el suicidio son una causa importante de morbilidad, discapacidad, traumatismos y muerte prematura, y aumentan el riesgo de padecer otras enfermedades y problemas de salud.

Entre los MNSS se citan la psicosis no afectiva, depresión, trastorno por manía, ansiedad, autolesión, dolor persistente somatomorfe (somatización de problemas mentales), pánico, epilepsia, espectro autista, déficit de atención/hiperactividad, trastornos de la conducta alimentaria, Alzheimer y otras demencias, esquizofrenia, estrés postraumático, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo, abuso y dependencia del alcohol o discapacidad intelectual idiopática (causa desconocida).

Según la OPS, en Bolivia aquellos causan el 14% de todos los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y el 33% de todos los Años Vividos con Discapacidad (AVD).

Entre los cinco a nueve años, los MNSS superan el 50% de la carga de morbilidad en el país; entre los 10 y 40 años, entre casi un cuarto y un tercio de la carga total entre los 10 y 40 años de edad, la mayor carga de todos los grupos de enfermedades durante este período.

“Hasta los 5 años, la carga de los trastornos MNSS se debe principalmente a la epilepsia (54%) y autismo (39%)”.

Entre los 5 y 15 años, la carga de trastornos de conducta (20%), trastornos de ansiedad (17%) y dolores de cabeza (17%) incluyendo migraña y tipo tensional, cobran importancia.

En torno a los 20 años surge —dice la OPS— un patrón que se mantiene estable durante la juventud y la edad adulta: los trastornos comunes (ansiedad, depresión, autolesiones y trastorno somatomorfe) representan el 42% de la carga de movilidad para Bolivia; los dolores de cabeza el 19%, los trastornos por consumo de sustancias el 18% (12% debido al alcohol) y los trastornos mentales graves (esquizofrenia y trastorno bipolar) alrededor del 8%.

“Los adultos mayores sufren principalmente trastornos neurocognitivos debido a la enfermedad de Alzheimer, que supera el 50% de la carga hacia los 80 años y se sitúa por encima del 70% después de los 85 años”, agrega.

Por ello, recomienda que los profesionales de salud en el nivel primario de atención deben recibir capacitación y herramientas para priorizar la detección y el tratamiento o la referencia de los trastornos comunes mencionados anteriormente para cada grupo de edad y sexo.

Para los trastornos graves —como el autismo, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el Alzheimer—, así como para presentaciones severas, mórbidas o complejas de otros trastornos, por ejemplo, depresión durante el embarazo, consumo de sustancias en profesiones de servicio público, etc., estos y las familias de los pacientes  necesitan acceso a apoyos adecuados, tales como  de referencia y/o supervisión que permiten un tratamiento; servicios de emergencia, hospitales y residenciales, para el manejo de situaciones agudas de alto riesgo y pacientes con altas necesidades.