La exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Lidia Patty, presentó una denuncia por “conspiración y desestabilización” del gobierno de Evo Morales contra el líder de la agrupación Creemos, Luis Fernando Camacho y a su padre José Luis, además del excomandante de las Fuerzas Armadas (FFAA), general Williams Kaliman y el excomandante de la Policía, general Yuri Calderón.
Mediante un comunicado, la agrupación respondió que la acusación no tiene sustento alguno y que se constituye en una estrategia para ocultar el fraude electoral que el expresidente Evo Morales y su partido cometieron en las anuladas elecciones del 20 de octubre de 2019.
“No existe ningún hecho o prueba que vincule a Luis Fernando ni a su familia en algún ilícito y menos en un golpe de Estado”, señala el comunicado, que asegura que con la denuncia se trata “de convencer a la opinión pública nacional que en octubre de 2019 no hubo fraude, sino un supuesto golpe de Estado”.
Según publicó el diario El Deber, Patty presentó el viernes la denuncia al Ministerio Público, en la que pide además la aprehensión inmediata de los acusados, por riesgo de fuga.
La denuncia fue interpuesta “por los hechos ilícitos de terrorismo (Artículo 133 del Código Penal), sedición (Artículo 123) y conspiración (artículo 126), que han causado conmoción social en nuestro país”.
Menciona como víctimas de estos hechos al entonces presidente Evo Morales, al vicepresidente Álvaro García Linera, a la presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra Arriaza y al presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Ezequiel Borda Belzu.
De acuerdo a Patty, el golpe comenzó a gestarse el 21 de octubre, con la quema de los tribunales departamentales electorales, “al mando de Luis Fernando Camacho”.
El líder de Creemos, en un programa de radio, denunció que sufre hostigamiento de parte del Gobierno , pero aseguró que pese a ello permanecerá en el país porque no hizo nada ilegal.