A mediodía de este jueves, población y algunas autoridades dieron el último adiós al padre Eduardo Pérez Iribarne, quien fue enterrado en el mausoleo de la Compañía de Jesús, en el Cementerio General de la ciudad de La Paz.
“Gloria al padre, Pérez”. “Hasta siempre, padre” fueron las palabras expresadas por la multitud cuando el ataúd ingresaba a su nicho, en medio de una lluvia de flores.
Minutos antes, el cortejo fúnebre del sacerdote y reconocido periodista recorrió las principales calles del centro paceño.
El alcalde de La Paz, Iván Arias, participó de la procesión y por unos minutos llevó en hombros el ataúd del padre Pérez. La caravana también estuvo acompañada por la banda municipal “Eduardo Caba”.
“Vamos a continuar con el legado del padre Pérez. Hay que seguir la puerta que ha dejado, queda mucho por hacer”, manifestó la periodista Gabriela Pérez de Radio Fides.
En cambio, una de las asistentes aseguró que “el padre Pérez ha hecho mucho por el país, ha sido más boliviano que español. Hay que seguir con las campañas de ciclismo y la de Navidad que dejó”.
Pérez Iribarne falleció la noche del lunes, aquejado por un cuadro de neumonía que deterioró su salud desde mayo de este año. Su cuerpo fue velado en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús del colegio San Calixto, al que llegó el miércoles el presidente Luis Arce.
Nació en España el 20 de mayo de 1944, se naturalizó en Bolivia y dedicó gran parte de su vida al periodismo y la comunicación en el país. Inició su carrera en Radio Pío XII y en 1970 en Radio Fides. Durante la dictadura militar de 1980 fue perseguido por grupos paramilitares.
Además, promovió la prueba ciclística “La vuelta a Bolivia” y la campaña navideña “Por la Sonrisa de un Niño”, destinada a llevar juguetes a niños de escasos recursos con la ayuda de jóvenes, denominados “Carros de Fuego».