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viernes, 22 de noviembre de 2024
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Dos bolivianos se lanzan al K2 para intentar llegar a la cima

Hugo Ayaviri y Anne Bialek intentarán hacer cumbre en uno de los nevados más altos y peligrosos del mundo. Además, su propósito es conseguirlo sin ayuda de oxígeno adicional.

El paceño Hugo Ayaviri (21 de diciembre de 1978) y la francesa naturalizada boliviana Anne Bialek (23 de marzo de 1970), tienen previsto escalar a fin de junio la montaña K2, una de las más difíciles del mundo, y llegar a la cima sin ayuda de tubos de oxígeno.

El K2, ubicado en la frontera entre Pakistán y China, es un nevado con una altura de 8.611 metros, el segundo más alto del mundo solo por detrás del Everest (8.848), y por sus características es muy complejo hacer cumbre.

El Everest fue escalado con éxito por cerca de unos 9.000 montañistas; en cambio, al K2 llegaron solo 450, por las dificultades que conlleva subir hasta la cima.

Esta montaña forma parte del grupo denominado los “14 ochomiles”, es decir que superan los 8.000 metros de altura.

Por Bolivia

Hasta el momento ningún boliviano logró hacer cima en el K2, algo que Ayaviri y Bialek intentarán cambiar.

“Me siento feliz por ser uno de los primeros bolivianos en ir allá. Será bastante complicado porque veo que serán tres factores para poder llegar: el humano, el tiempo y la montaña. Es considerada una de las más peligrosas del mundo, por lo que hay que ir bien preparado”, sostuvo Ayaviri, nacido en la comunidad Una, en las faldas del Illimani, razón por la que está ligado al alpinismo desde niño.

“Antes de llegar a Bolivia yo no hacía alpinismo, pero cuando vine conocí este deporte gracias a mi empresa de turismo, entonces decidí probar esta actividad y me gustó. Desde entonces he ganado mucha experiencia, pero será la primera vez que intentaré hacer cumbre en una montaña de 8.000 metros”, señala Bialek, quien desde hace 14 años vive en el país y que el 31 de mayo pasado consiguió su naturalización.

Al nevado se le conoce como “montaña salvaje” por todas las dificultades que presenta: hielo, frío y su topografía, que la convierten en la segunda en porcentaje de fatalidades de los “ochomiles”, pues por cada cuatro personas que hacen cumbre una muere en el intento.

Sin tubos de oxígeno

Los bolivianos intentarán cumplir la hazaña sin la ayuda de tubos de oxígeno.

“Quiero hacerlo sin oxígeno para mostrarme a mí mismo que se puede. Además, todas las cumbres que hice fueron de ese modo”, indicó Ayaviri.

“Conseguir hacer cima sin oxígeno es lo que quiero, de la forma deportiva, y me siento preparada para poder lograrlo”, según Bialek.

Además el ascenso lo harán solos, sin la ayuda de los sherpas (guías), lo que significa que la travesía será mucho más exigente.

“Como vivo hace 14 años en Bolivia me siento identificada por este país y esto lo haré en nombre de Bolivia. De conseguirlo también me convertiré en la tercera francesa en hacer cima en el K2 sin oxígeno”, recalcó la europea.

Poco apoyo

La inversión que hará cada uno de cerca a los 15.000 dólares, dinero propio y de colaboración de algunos de sus clientes.

El padre de Anne, Henryk Bialek, también los apoyará con algo de financiamiento, al igual que la empresa Thaki Voyage.

“Lamentablemente no pudimos conseguir colaboración por parte de alguna otra empresa. Con los ahorros que tuvimos y el apoyo de algunos clientes (turistas) logramos conseguir el mínimo para hacer esta expedición”, señaló el paceño.

Está planificado que ambos viajen el 16 de junio para arribar dos días después. Entre el 21 y 22 iniciarán una caminata de una semana por el Glaciar de Baltoro para llegar al campo base del K2, donde harán el estudio del terreno durante siete días antes de iniciar el ascenso, que tardará al menos una semana dependiendo del clima.

Experiencia

Luego de ayudar llevando las maletas de los turistas al Illimani desde niño, de joven Ayaviri comenzó a incursionar en alpinismo y desde sus 24 años, a escalar y a trabajar como guía para turistas.

“En Bolivia hice los ’14 seismiles’ que existen. También escalé el Aconcagua (en Argentina), que es la más alta de Sudamérica. Igual estuve en Colombia, Ecuador, Chile y Francia”, detalló.

“En 10 años hice 80 cumbres en más de 50 ‘seismiles’. Esto lo veo como una pasión y me siento muy orgullosa y contenta por lo que hice, pero apunto a dar un paso más con el K2”, señaló Bialek.

Si bien se trata de los primeros bolivianos en intentar hacer cumbre en el K2, otros alpinistas del país ya llegaron a la cima en un par de “ochomiles”.

Bernardo Guarachi y su hijo Eliot hicieron cumbre en 2011 en el Cho Oyu (China/Nepal, 8.201 metros). El padre también escaló el Everest en Asia, al igual que Carlos Escobar, entre otros.