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viernes, 22 de noviembre de 2024
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El IBCE ve favorable el creciendo y la demanda interna del bioetanol en el país

Expresiones temáticas del Presidente del IBCE, Ing. Demetrio Soruco Henicke, en el marco de la Audiencia Pública de Cuentas del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, a la que asistió como invitado, en la ciudad de La Paz.

Exportación, importación y desarrollo: En 2022, Bolivia marcó nuevos récords de exportación e importación, destacando el excelente comportamiento del sector no tradicional, basado en el sector agroalimentario; creemos que en este sector está el futuro de Bolivia para conseguir los dólares que precisamos a corto y mediano plazo para financiar la importación de bienes de capital, insumos, equipos de transporte y combustibles que precisamos. El IBCE, como entidad técnica de promoción del comercio exterior, está convencido que tanto las exportaciones como las importaciones son importantes para el desarrollo: importar no está mal, especialmente cuando se traen productos para generar bienes y servicios tanto para el mercado interno como para la exportación; de lo que hay que tener cuidado es cómo financiar esas compras externas, y la manera ideal de hacerlo es a través de mayor exportación de productos renovables, estimular al sector agrícola agroindustrial y forestal maderero.

Combustibles fósiles y biocombustibles: Bolivia está creciendo y la demanda interna de combustibles está aumentando; hemos empezado un proceso de sustitución de importación de gasolina con el bioetanol a partir de un acuerdo de compra a la agroindustria sucroalcoholera por parte de YPFB; creemos que ese modelo es el que se debe replicar para el caso del biodiésel, hay que dar estímulos a cortísimo plazo para siembras masivas de oleaginosas que sirvan como materia prima el día de mañana para producir biodiésel, tanto por parte del Estado como por parte del sector privado, ya que esto nos llevará a ser menos dependientes del abastecimiento externo, por una parte; a gastar menos dólares en la compra de combustibles fósiles del extranjero, al mismo tiempo que generamos inversión productiva en el país con un amplio efecto multiplicador en términos de impuestos, sustitución de importaciones, ahorro de divisas, diversificación de la matriz energética y, sobre todo, generación de empleo para los bolivianos. En lo que respecta al contrabando de combustibles a países vecinos por causa del bajo precio en Bolivia derivado de la subvención a los carburantes, una vez más extendemos nuestra mano a la Aduana Nacional para armar una lucha conjunta entre el Estado y la sociedad civil a fin de combatir este flagelo, siendo que se trata de un delito que perjudica al país. De otra parte, como el país va a ser todavía dependiente por mucho tiempo del consumo de diésel y gasolina, mientras vamos cambiando nuestra matriz energética, hay que revisar la Ley de Hidrocarburos y perfeccionar la Ley de Inversiones para hacer atractiva a Bolivia a fin de captar tecnología, “know how” y el capital de empresas extranjeras como se da en todos los países del mundo.

Litio: su industrialización y exportación: Este recurso evaporítico que se presenta en el mundo como un gran sustituto de los combustibles fósiles a largo plazo, nos debe dar esperanza como país, para llevar adelante una nueva minería moderna que desarrolle polos de industrialización en Potosí y Oruro para beneficio de esos Departamentos y el país todo. Bolivia acaba de firmar un convenio con la China del cual se tendrán que derivarse varios contratos bajo un modelo donde el Estado boliviano mantiene la propiedad de este recurso natural, pero además, participará en las fases de investigación, explotación, industrialización y exportación del carbonato de litio y, ojalá, mañana, de baterías de litio. Argentina firmó un convenio de explotación en 2009 con Japón sin tener las grandes reservas con las que cuenta Bolivia. Si hacemos bien las cosas, el litio puede deparar miles de millones de dólares de ingresos por muchos años para el país, pero para eso los bolivianos tenemos que actuar en unidad y en consecuencia, como un país serio.

Reservas internacionales netas: Es cierto que las RIN del Banco Central no están en su mejor momento y eso obedece a la dinámica de desarrollo del país, Bolivia ha adquirido una altísima propensión a importar, lo que genera un significativo espacio para sustitución de importaciones, principalmente de los combustibles fósiles por combustibles renovables, YPFB debería comprar más bioetanol para aumentar la mezcla con la gasolina especial hasta un 12% mínimamente. Mientras ello ocurre, necesitamos seguir financiando los productos que importamos y necesitamos para nuestro desarrollo, y la mejor forma de hacerlo es a través de una combinación de 2 políticas: una política de promoción selectiva de exportaciones incentivando a sectores de rápida reacción, con una política de sustitución competitiva de importaciones donde el sector privado pueda invertir para lo cual es imprescindible que las reglas de juego en el país mejoren, sean estables, sobre todo que haya seguridad jurídica y se combata el contrabando, es una competencia ruinosa. A cortísimo plazo, la recomendación para fortalecer las reservas del Banco Central, es la eliminación del ITF y del encaje legal para los depósitos en dólares en el sistema financiero, eso va a dar tranquilidad a la población qué va a preferir entregar dólares a la Banca, en vez de demandar más dólares como está ocurriendo ahora; de otra parte, en situaciones como la actual se puede recurrir al Fondo Monetario Internacional u organismos como el Banco Mundial o el BID, por créditos blandos, y finalmente, en vez de ir a colocar bonos soberanos en el exterior a tasas que podrían estar por encima del 10% anual, incentivar el ahorro en dólares en Bolivia, colocando esos bonos a tasas menores (7%, por ejemplo) al mismo tiempo que se trabaje con el sistema financiero privado mejores políticas para atraer ahorro nacional y del extranjero, en dólares.