Un doble rugido: el Tigre gana el clásico y vuelve a la punta

La parte trascendental del partido fue después del empate logrado por Bolívar. A partir de ahí The Strongest se adueñó de los más importante, que era el dominio, y generó mucho en ofensiva para llegar a la victoria.

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The Strongest hizo suyo todo lo que estaba en juego en Miraflores: agarró los tres puntos dándose el gusto de ganarle el clásico a Bolívar (2-1) y de paso regresó a la punta del torneo Apertura. Todo muy valioso porque se quitó de encima a un rival directo y retomó su chance mayúscula de ir por el título, a falta de cinco jornadas para que concluya el torneo Apertura.

El penal convertido por Willie Barbosa y la letal definición de Rolando Blackburn cerca del final doblegaron el empate parcial de Marcos Riquelme. Pero eso no fue nada más que una consecuencia de lo que se vio en la cancha. El Tigre tuvo lagunas en determinado momento, pero cuando tomó en serio su necesidad de obtener la victoria insistió hasta conseguirlo.

Ahora The Strongest tiene 41 puntos, dos por delante de Bolívar (39); sin embargo, debe esperar a ver qué pasa con Always Ready, que le puede empatar en el primer lugar si el domingo vence a Wilstermann en El Alto. Nada está dicho todavía.

Un penal y poco más…

El primer tiempo fue muy equilibrado por los miedos que tenían ambos de cometer equivocaciones ante cualquier situación. No era para menos. Había bastante en juego.

Entró mejor en el partido Bolívar. Mejor de la cabeza, tomó más impulso hacia adelante. Antes de la media hora generó no pocas situaciones que no terminaron en gol por poco: un disparo de Cristhian Machado, alto; la mala salida de Raúl Castro aprovechada por Marcos Riquelme, aunque quizás debió ser el que defina en vez de cederle la pelota a Erwin Saavedra, que no pudo evitar que se le viniera encima Daniel Vaca para cerrarle el ángulo; también hubo un pelotazo a Leo Vaca, a quien el golero atigrado pudo ganarle a tiempo.

Cuando empezó a despertar el Tigre, Jeyson Chura hizo una frenada en seco en el área, apenas lo tocó un zaguero celeste y se fue al piso. Gery Vargas cobró penal y Barbosa lo cambió por el 1 a 0 a los 33 minutos.

Algo más de movimiento hubo en ambas áreas antes de que se fueran al descanso.

En dos partes

Cuando volvieron, ese periodo se dividió en dos: el más corto fue de Bolívar, que saltó de regreso a la cancha decidido a empatar. Lo pudo hacer con un disparo de Arce que Vaca contuvo apenas o poquito después, cuando el capitán sirvió la pelota para Erwin Saavedra, cuyo disparo no tuvo le fuerza necesaria y le dio tiempo al guardameta de tirarse y atajar.

Acto seguido, a los 50 minutos, la eterna fórmula de la Academia dio una vez más resultado: tiro libre, centro de Arce y cabezazo de Riquelme. La defensa atigrada y el golero se quedaron ante la rapidez del delantero.

A partir de entonces cambió todo. Ramiro Vaca movió sus hilos para liderar a un Tigre que presionó cada vez más y fue generando una y otra ocasiones. Fue el turno de Javier Rojas para salvar a Bolívar una vez ante Barbosa, y en otra, entre el golero, Luis Gutiérrez y Fidencio Oviedo impidieron el tanto stronguista.

Lo evidente era que The Strongest estaba ahí, a tiro del gol. Hubo una más: Gonzalo Godoy cabeceó y el travesaño le negó el festejo.

Hasta que entró Blackburn —parecía algo tarde— y lo llamaron a su juego, agarró la pelota en el área, amagó y su balazo no lo detuvo nadie para el 2 a 1 definitivo, a los 84. Merecido festejo fue el que tuvieron los atigrados.

El Tigre ganó porque, en un partido en el que estaba en juego la punta, había que marcar la diferencia de alguna manera, y lo hizo.