El líder The Strongest sumó otros tres puntos al ganarle a Guabirá (2-1), pero lo hizo a través de una muy pobre actuación —la peor en lo que va del certamen— y con escasos recursos ofensivos, algo muy llamativo tratándose del equipo más goleador del campeonato, este domingo en el estadio Hernando Siles de La Paz por la novena jornada del torneo de la División Profesional.
El Tigre llegó a 22 unidades conservando el primer lugar y su condición de invicto, pero su séptima victoria no impidió que se fuera de la cancha rechiflado por su afición, que le mostró disconformidad por su rendimiento.
Utilizando el mismo argumento de los centros al área, el equipo atigrado convirtió los goles de la victoria en la primera etapa; en la segunda, ni siquiera eso. Otro rival con más atrevimiento le hubiera complicado y quizás el score no sería el mismo.
Dominador, pero…
En ese primer periodo The Strongest fue un dominador con pocos recursos ofensivos, el más utilizado fue la llegada por las bandas y los centros. No tuvo penetración por el medio ni pelotas filtradas.
Aún así llegó a ser un cómodo ganador porque además Guabirá le facilitó las cosas al esperarlo y no atacarlo. El azucarero optó por defenderse y no arriesgar. Muy tarde en ese periodo se dio cuenta de que podía ir al frente con más asiduidad.
A falta de otros argumentos, el Tigre a veces intentó los tiros desde afuera. El primero fue de Jeyson Chura apenas desviado.
Luego fue ese “concierto” de pelotas mandadas al área desde los costados. Así llegó el primer gol, a los 17 minutos: lanzó Jaime Arrascaita y cabeceó Willie Barbosa. Paréntesis: dio la impresión de que el brasileño estaba ligeramente adelantado. Fue el 1 a 0.
El penal que derivó en el segundo también provino de una jugada lanzada desde la derecha, Jair Reinoso tocó la pelota con el botín e hizo que rebotara en la mano de Carlos Chore. Indiscutible pena máxima.
Reinoso disparó a la derecha de Saidt Mustafá, quien eligió el otro palo, a los 32 minutos.
Recién en la recta final se animó Guabirá con un tiro de Juan Vogliotti, pelota que atrapó Daniel Vaca. Pero poco después, el arquero no pudo ante un centro de Bruno Pascua y Vogliotti, atento al remate, puso el descuento a los 43.
Solo el tiro libre de Marteli
Fue peor la segunda mitad para el Tigre, que no tuvo ni siquiera las subidas por las bandas ni los centros de la primera parte.
Virtualmente le hizo placentero el accionar a Guabirá de mitad de cancha para atrás, porque no lo volvió a atacar, salvo esporádicas llegadas con algo de impulso, aunque cero de creatividad.
El DT Gustavo Florentín utilizó en todo el partido línea de tres en el fondo, innecesaria ante un ataque inexistente del adversario. Los dos volantes laterales trabajaron en la primera parte, pero ya no en la segunda. El medio sector se hizo más poblado con el ingreso de Aldo Quiñónez en vez del delantero Jeyson Chura, variante que no ayudó en nada; más bien, le quitó cualquier opción de sorpresa hacia adelante. Entonces todo hacia arriba fue nulo.
En esa segunda parte, la única acción que tuvo el cuadro atigrado para anotar el tercer tanto fue desde un tiro libre, cobrado por Fernando Marteli, cuyo disparo fue a dar al travesaño.
Menos mal para Florentín y compañía que Guabirá no fue un rival que se decidiera a ir al frente y a buscar siquiera el empate, porque de haberlo hecho las cosas con seguridad serían diferentes.
Fue el peor partido del líder del campeonato, que en la semana tendrá dos pruebas mucho más difíciles: la visita a Blooming en Santa Cruz y el clásico ante Bolívar. Como jugó en Miraflores, difícil augurarle algo bueno.