En la gestión 2023 ocurrieron 25 infanticidios, de los que 24 tienen una causa penal abierta. La mayor incidencia está en el departamento de Santa Cruz con ocho muertes de menores, informó este lunes el fiscal General del Estado, Juan Lanchipa.
Del total, 14 víctimas son de 0 a 2 años de edad, 4 de 9 a 12 años, 4 de 3 a 5 años y 3 de 6 a 8 años.
“El Ministerio Público atendió 24 casos de infanticidio, en los cuales se investiga la muerte de 25 víctimas, estos hechos no pueden seguirse dando en nuestro Estado, es por eso que todas las instituciones llamadas por ley deben aunar esfuerzos para erradicar la violencia contra infantes en todos los ámbitos, este grupo vulnerable merece la máxima protección del Estado a través de sus autoridades”, afirmó, citado en una nota de prensa de la fiscalía general.
Del total de casos abiertos en el Ministerio Público, el 88% de autores fueron identificados y enfrentan un proceso penal.
El mayor índice está en el departamento de Santa Cruz con ocho víctimas, seguido de La Paz con seis, Potosí cuatro, Cochabamba cuatro y Oruro, Beni y Chuquisaca registraron una víctima cada uno. Tarija y Pando no reportaron ningún hecho de este tipo.
Hubo una reducción de muertes de niños e infantes, respecto a 2022 (38 casos), 2021 (46 casos) y 2020 (51 casos), sin embargo, “se debe continuar trabajando en la labor de prevención por parte de las autoridades llamadas por ley, para sensibilizar y prevenir este tipo de violencia, promoviendo las prácticas de crianzas positivas a este grupo vulnerable”, insistió.
Del total de casos, siete están con sentencia, otros siete en etapa preparatoria, tres con extensión por muerte del agresor, tres en etapa preliminar, dos con rechazo y dos con acusación formal.
Según el reporte del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), nueve víctimas perdieron la vida a consecuencia de golpe o trauma, ocho por asfixia, tres por quemaduras, tres por arma blanca y dos por intoxicación.
Sobre la relación de los niños con los autores de su muerte, la información oficial establece que, siete fueron víctimas de sus madres, cinco del padre, tres sin determinar, dos de sus padrastros, dos ninguna relación, dos de sus padrastros y madres, uno de su padre y madre, uno de su abuelo, uno de su tía y uno de su tío.