El examen forense realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) confirmó que Giovana, mujer de 35 años, que era velada en la zona de Callapa, de la ciudad de La Paz, falleció por estrangulamiento.
“La autopsia legal ha establecido como causa de muerte asfixia por estrangulamiento; en mérito a ello, no es congruente lo referido en primera instancia por la pareja, que es el esposo, al cual se ha procedido a la aprehensión (…) Va a ser citado para que pueda prestar su declaración informativa en calidad de sindicado (…) se está calificando como feminicidio», informó la fiscal de Delitos Contra la Vida, Dubravka Jordán.
Indicó que el Ministerio Público tomó conocimiento del hecho el domingo, pero se desconocía la ubicación del cuerpo hasta que el lunes lograron encontrar el domicilio. Este hecho fue investigado en primera instancia por homicidio, porque el deceso de la mujer no fue reportado y familiares argumentaban que falleció tras una caída a un río en estado de ebriedad.
Sin embargo, luego de la revisión preliminar del médico forense, se encontró que el cuerpo de la mujer tenía lesiones en el cuello, que no correspondían a una caída.
Ante denuncias de vecinos, la Fiscalía en coordinación con la Policía, intervinieron el martes el velorio pese a la resistencia de familiares del esposo, secuestraron el ataúd y los restos de la víctima para la autopsia.
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El médico legal evidenció que el deceso fue por consecuencia de asfixia, por lo que la Policía aprehendió a Wilfredo, esposo de la víctima, quien ahora es acusado de feminicidio.
La Fiscalía secuestró el certificado de defunción que presenta irregularidades. Detalló que fue facilitado por la funeraria, y el mismo indica que la muerte fue consecuencia de una enfermedad de hipertensión arterial, lo que fue observado por estar alejado de la realidad. Giovana era madre de cinco hijos, que ahora quedan en la orfandad.
