En las últimas horas, las pericias policiales revelaron en el falso médico chileno, Christian Emilio Gosen Cachich, le disparó en primera instancia para luego quitarse la vida en el cuarto de baño de una clínica de hemodiálisis de la ciudad de Santa Cruz.
A causa de este hecho, los policías que custodiaban al ciudadano chileno, enfrentarán un proceso administrativo por no cumplir con el protocolo e incurrir en un “error procedimental” que desencadenó en que su esposa ingrese un arma de fuego hasta el centro de salud.
“Se establece de manera técnica, científica, la altura, la trayectoria del impacto de los proyectiles de armas de fuego, las lesiones en ambos cuerpos y se establece en primera instancia que quien habría sufrido el primer disparo sería la señora Elizabeth Choque Gonzales”, informó este miércoles el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Erick Holguín.
Además, detalló que Gosen le disparó a su esposa en la cabeza mientras la abrazaba y luego se disparó “a la altura del cráneo”, perdiendo la vida de manera instantánea. Entonces, “se trataría de un homicidio y suicidio”.
“Ha habido un error procedimental en cuanto a la verificación, requisa y custodia por parte de quienes estaban a cargo de este súbdito chileno, ellos deberían haber realizado el cacheo, la revisión de las pertenencias de la esposa (…) esto motiva a que iniciemos un proceso administrativo para establecer responsabilidades procedimentales al personal policial”, agregó el jefe policial.
Gosen se hizo pasar como gastroenterólogo y realizaba estudios, diagnósticos y tratamientos como endoscopías y colonoscopías, además de otros procedimientos quirúrgicos.
Es así que logró engañar a unos 50 pacientes, a quienes cobraba hasta Bs 21.000 por tratamientos médicos y cirugías. Además, dos personas perdieron la vida después de someterse a un procedimiento quirúrgico con este presunto galeno y otros denunciaron que su estado empeoró desde que fueron atendidos por el chileno.
Sin embargo, a causa de las denucias, el 25 de abril Gosen fue aprehendido y tras su cautelar fue enviado a la cárcel de Palmasola con una detención preventiva de 60 días, pero había logrado salir de la cárcel con orden judicial para realizar sus diálisis.
Entonces, el pasado martes fue trasladado desde la cárcel de Palmasola a una clínica de hemodiálisis, y tras su tratamiento, Gosen pidió a los custodios ir al baño acompañado de su pareja y poco después se escucharon los disparos.
Según Holguín, la confianza en que el privado de libertad acudía a un tratamiento para cuidar su salud podría haber sido el motivo para que los custodios no requisen a su esposa. No obstante, “estos errores deben ser investigados y se deben establecer responsabilidades por la Fiscalía policial”, dijo. Asimismo, no descartó que los custodios enfrenten otro proceso penal por incumplimiento de deberes, pero ello será determinado por el Ministerio Público.