El fiscal departamental de Oruro, Gonzalo Álvarez, informó este lunes que el Tribunal de Sentencia Segundo emitió una sentencia de 30 años de privación de libertad para Osmar Pablo Rodríguez Alarcón, de 29 años, y Dilmar Verduguez Pérez, de 28 años, que fueron hallados culpables del delito de infanticidio cometido en contra de dos niños de 11 y 9 años.
La condena deberá ser ejecutada en el penal de San Pedro de la ciudad de Oruro.
“En el desarrollo de la audiencia, el Ministerio Público ofreció las pruebas consistentes en las declaraciones testificales y pericia en genética forense emitida por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), que demostraron de manera científica que en la ropa de los ahora sentenciados existía ADN de las víctimas, entre otros elementos, que fueron valorados por los miembros del Tribunal que emitieron condena para los autores”, dijo, citado en un boletín institucional.
Por su parte, el fiscal del caso, Normand Llave, explicó que el hecho de sangre se registró el 9 de febrero de 2020, cuando una pareja y sus cuatro hijos se trasladaban en un vehículo de la localidad de Pisiga a la ciudad de Oruro, luego de vender cerveza.
Dijo que dos de los niños de 11 y 9 años subieron a dormir en la carrocería del motorizado que estaba cubierto con una lona, luego de varias horas de viaje, mientras que el padre, la madre y sus hermanos menores se quedaron en la cabina.
“Cuando llegaron al sector de Sabaya, dos sujetos, que tenían la intensión de atracar, subieron al vehículo, cortaron la lona e ingresaron a la carrocería donde descansaban los menores y procedieron a golpearlos utilizando un combo hasta provocarles la muerte”, detalló.
Según LLave, el padre de las víctimas escuchó ruidos extraños y al ver que una parte de la lona del vehículo se había desprendido salió a revisar y encontró a los dos sujetos que al ser descubiertos se dieron a la fuga. “Después observó que sus hijos estaban sin vida”, añadió.
Agregó que los pobladores de Sabaya realizaron un rastrillaje por el lugar horas más tarde y atraparon a los agresores que fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.
De acuerdo con el certificado médico forense emitido por el IDIF, el niño de 9 años murió por lesión de centros nerviosos superiores, fractura multifragmentaria con hundimiento de hueso temporoparietooccipital izquierdo y traumatismo cráneo encefálico abierto; mientras que el niño de 11 años falleció por lesión de centros nerviosos superiores, hemorragia cerebelosa derecha, fractura multifragmentaria de región occipital derecho y base de cráneo derecho y traumatismo cráneo encefálico abierto.