El distrito rural Hampaturi tiene todo: una laguna en Pampalarama, siete lagunas a unos metros de una parada del Puma Katari, deliciosas truchas en Pongo, la conocida Cumbre que lleva a los Yungas y, también, unos “gigantes” en Aruntaña, a media hora de Pampahasi.
En los 3.020 km2 del municipio de La Paz se puede encontrar de todo, desde nevados situados a más de 5.000 metros sobre el nivel, hasta poblaciones tropicales cercanas a Caranavi. Un atractivo natural poco conocido se encuentra en Aruntaña (del aymara, que significa saludar), al que se puede llegar desde la planta de tratamiento de aguas de EPSAS (Empresa Pública de Agua y Saneamiento) —conocida como Samapa—, en Pampahasi, donde se puede tomar un vehículo público hacia Chicani, en el sureste paceño.
Mientras el coche avanza por la avenida del Niño es indefectible observar las enormes antenas de la estación terrena de Entel (Empresa Nacional de Telecomunicaciones), un cementerio para mascotas y un enorme valle oculto al cruzar la naciente del río Irpapi.
En media hora, el municipio reemplaza el ladrillo y cemento por árboles y una extensa hilera de carpas solares, que pronto abastecerán de verduras a la población. El vehículo se detiene en la plaza principal de Chicani, un enorme espacio que también sirve de cancha de fútbol.
Desde ahí se puede elegir dos alternativas. Una de ellas está al sur, donde hay un paraje alfombrado de cosechas y de vacas que pastan apaciblemente, desde donde se baja por un sendero que lleva a los pies de innumerables picos muy altos, de entre 20 y 80 metros de alto, estalagmitas esculpidas en la tierra durante millones de años. Al caminar por una especie de laberinto escabroso y ver arriba parecería que uno se ha convertido en una hormiga en medio de gigantes.
La otra opción lleva al norte de la plaza principal de Chicani, donde el guía promete un panorama único de esta zona paceña.
El sobrenombre de Ciudad Maravilla no es casual. El municipio de La Paz tiene varios atractivos naturales, entre los que se encuentran cuatro farallones: el Valle de las Agujas (en el noreste de Apaña), Valle Escondido (cerca de la Muela del Diablo), Valle de las Ánimas (en Chasquipampa) y Aruntaña o Laberinto de Gigantes (en Chicani).
Después de caminar por unas cuantas calles, un sendero indica que hay que subir hacia lo más alto de un cerro. El reto está planteado y aceptado, así es que resta caminar por entre el penetrante aroma de la k’oa, paja y plantas endémicas de la región.
Si bien la subida es un empinada, el paisaje distrae el cansancio, en especial al observar el vuelo de allkamaris, halcones pequeños, colibríes, pichitankas y golondrinas. El sendero también lleva por laberintos escondidos, que por momentos parecen terminar en ningún lado.
Cuando da la sensación de que la caminata no tendrá fin, el guía hace una pausa en la loma de un cerro, desde donde se ve una hilera de carpas solares y la población de Chicani a lo lejos. Hay que subir un poco más, para observar el Laberinto de Gigantes desde otro ángulo.
Es un buen día para caminar por el sendero serpenteante, más aún cuando se llega a lo más alto del cerro, desde donde se observa innumerables farallones, que parecen enormes soldados de tierra que están en apronte para una batalla, en este caso contra el avance de la humanidad, como ocurre en medio de Aruntaña, con una urbanización en Irpavi, donde no han tenido reparos en derrumbar bellas formaciones.
Como recompensa por el esfuerzo de la caminata, la terraza natural permite contemplar Aruntaña, que tiene como fondo a los barrios de la zona Sur. Es un momento para extasiarse con el entorno, saludar a los “gigantes” y sentarse en el suelo, respirar hondo y reflexionar sobre nuestro entorno, con la esperanza de que lo que la naturaleza creó en miles de años, el humano no lo destruya con su modernidad.
Una visita a los Gigantes de Chicani.
Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar Gigantes de Chicani. Foto: Marco Aguilar
Un saludo a los gigantes de Chicani
Quienes quieran alejarse del estrés citadino pueden hacerlo a través del tour Laberinto de Gigantes, que ofrece el grupo de caminantes Walking Chuquiago. La próxima visita está programada para el sábado 24 de octubre —desde las 08.00 hasta las 15.00—, con transporte ida y vuelta desde la plaza Camacho, guía experto en los atractivos turísticos de La Paz, y el respeto de todas las medidas de seguridad. Hay cupo para ocho personas y el costo del tour es de Bs 50. Para reservas y consultas, comunicarse con el teléfono 78794017, en Facebook a través del muro de Walking Chuquiago.
Texto y videos: Marco Fernández Ríos
Fotos: Marco Aguilar