El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, se reunió el jueves con el Embajador de Canadá, Ralph Jansen, para conversar sobre los procesos de licencia obligatorio que se está llevando adelante por Biolyse y Bolivia.
Bolivia concentra todos sus esfuerzos en lograr inmunizar al 100% de su población en el menor tiempo posible. Busca abastecerse de 15 millones de dosis de Johnson & Johnson.
Para ello, emplea “Licencias Obligatorias”, mecanismo que permite a los fabricantes genéricos producir sin autorización del propietario de las patentes, a quienes obliga a licenciarlas de manera «no voluntaria». Se trata de un mecanismo legal previsto en la normativa internacional y adoptada por Bolivia.
Las autoridades de Canadá deben dar la autorización para que la vacuna ingrese en el Schedule 1, la cual es una especie de reconocimiento de que los medicamentos y vacunas que están en esa lista tienen prioridad para la salud pública. En el caso de las vacunas contra el COVID-19, la prioridad para la salud pública es evidente.
Una vez salvado este requisito, se activa la segunda fase en la cual la Biolyse, empresa que tiene firmado un convenio con Bolivia, deberá demostrar la capacidad de fabricación con altos estándares de seguridad.
El viceministro Blanco recalcó la importancia de tener una respuesta positiva lo más pronto posible por parte de Canadá, lo cual demostrará que ambos países están altamente comprometidos con el derecho a la vida, garantizando el acceso a las vacunas.
Se destacó que una vez asegurada la inmunización del 70% de la población, las actividades económicas se reactivaran en cada uno de los países y esto ayudará a todos los pueblos del mundo a continuar con las actividades que tanta falta hacen, por lo cual se acordó implementar mesas de trabajo para el acceso a mercados en el marco del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que Bolivia goza con Canadá.