El Gobierno de Bolivia no participó de la sesión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) convocada para este viernes, con la finalidad de tratar un proyecto de resolución sobre la situación en Venezuela.
La “Misión Permanente del Estado Plurinacional de Bolivia” ante la OEA hizo conocer su decisión el 13 de agosto a la presidente del Consejo Permanente del organismo hemisférico.
En la nota, el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce, arguyó que Venezuela dejó de ser miembro de la OEA hace más de cinco años; por lo que el organismo no cuenta con competencia para pronunciarse sobre asuntos vinculados a este país; entendimiento que estaría acorde a lo dispuesto en el artículo 143 de la Carta Constitutiva de la organización.
“En cumplimiento del Derecho Internacional no existía ni existe razón alguna para que el anterior y este Consejo Permanente y esta Organización en su conjunto traten o se pronuncien sobre asuntos de un Estado que dejó de ser miembro de esta organización”, señala la nota replicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según el Gobierno, la posición de Bolivia “se enmarca en los principios de derecho internacional” y, en esta línea, rechazó cualquier forma de injerencia en asuntos soberanos de otros países.
Sin embargo, la OEA condenó este viernes el fraude y la represión ilegal cometidos por Nicolás Maduro en Venezuela. Asimismo, exigió al gobierno de Maduro “el respeto de los derechos humanos, la voluntad soberana del electorado venezolano y la verificación imparcial de los resultados que garantice la transparencia, credibilidad y legitimidad del proceso electoral