La subvención a los combustibles pasó de $us 200 millones, en 2008, a casi $us 2.000 millones en 2024, aseguró este miércoles el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
“Por allá, por el 2008, 2009, el costo de la subvención era del orden de los 200 millones de dólares, aproximadamente. Durante la gestión 2023, el costo de la subvención de combustibles se aproximaba a los 2.000 millones de dólares, que es más o menos lo que cerrará durante esta gestión, lo que significa al erario nacional”, manifestó en declaraciones a radio Panamericana.
De acuerdo con datos del Presupuesto General del Estado (PGE), para este año la subvención a los hidrocarburos llegó a Bs 9.803 millones, de los cuales Bs 5.867 millones fueron destinados all diésel oíl, Bs 3.634 millones para insumos y aditivos, Bs 157 millones para incentivo a los hidrocarburos, Bs 108 millones para engarrafado de GLP (gas licuado de petróleo) y Bs 37 millones para gas oíl.
Según Molina, esta “subvención generó durante todo este tiempo también problemas en la demanda” y que parte de los combustibles sean orientados al contrabando a otros países donde el precio es más alto.
“Nosotros estimamos que entre un 30 y hasta casi un 40% de esta demanda es una demanda artificial generada precisamente por este problema de los subsidios en los combustibles. ¿Qué significa eso? Que mientras usted está adquiriendo el combustible, la gasolina, a un valor de 3,74 bolivianos, en el caso del diésel a 3,72 bolivianos, ese combustible es derivado y se ha convertido en un negocio totalmente ilícito porque se va a las fronteras”, dijo.
En esa línea, defendió la propuesta del presidente de ir a un referéndum para que “todos los bolivianos debatamos esta problemática de disminuir o continuar este tema de la subvención”.
“Un elemento importante, es parte de una democracia participativa, a través de este instrumento, y creemos que políticas tan serias o, en todo caso, decisiones tan serias que afectan a toda la población, deben de ser consultadas”, aseveró el ministro.