El Gobierno nacional desmintió “categóricamente” las acusaciones del expresidente Evo Morales, quien aseguró el domingo que por instrucción del presidente Luis Arce “se desataron los hechos de violencia en el congreso campesino”.
“El día domingo 20 de agosto, como lamentablemente acostumbra desde hace un tiempo, sin prueba alguna, el expresidente Evo Morales acusó al Gobierno Nacional de un supuesto plan represivo en contra de los delegados al Congreso”, indicó el Gobierno nacional mediante un comunicado
Durante la noche del sábado y madrugada del domingo se registraron hechos de violencia atribuidos a “grupos radicales” que terminaron con más de 800 heridos, entre ellos por armas punzocortantes, y destrozos en la infraestructura del coliseo “Héroes de Octubre”, sede del congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
El comunicado añade que de “manera inédita y lamentable, delegados adherentes a la mal llamada ‘ala radical’ del Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) boicotearon el discurso del presidente Arce, al perpetrar un sabotaje al sistema de sonido cuando inauguraba el encuentro”.
Además, en el coliseo se detonó una granada de gas que afectó a los asistentes, entre ellos mujeres y niños que no pudieron abandonar las instalaciones porque los “grupos violentos” habrían cerrado las puertas.
Por lo que personal de salud fue desplazado al lugar para atender a los heridos y afectados por el gas, aunque también éstos habrían sido atacados.
La “ola de violencia desatada por un grupo reducido de delegados que apuntaban a que el Congreso de la CSUTCB fracase; fueron los mismos grupos que tomaron la sede del evento, impidiendo el ingreso de delegados que, en su mayoría, retomaron sus tareas el día de hoy”, agrega el comunicado gubernamental.
Ante los hechos, el congreso fue declarado, la madrugada del domingo, en cuarto intermedio. Y una vez reinstalada la plenaria “se eligió por unanimidad” como nuevo secretario ejecutivo al dirigente aymara Lucio Quispe.
“El Gobierno Nacional respeta a las organizaciones sociales, dueñas del Instrumento Político, como la CSUTCB, que a pesar de los afanes divisionistas de un grupo; ha retomado sus labores y ha elegido, de manera orgánica, como nuevo secretario ejecutivo al dirigente aymara Lucio Quispe”, señala el documento.
Por último, el comunicado condena “enérgicamente las conductas violentas y los objetivos divisionistas de aquel grupo que el pueblo ya conoce”.