El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó ayer martes que por segundo año consecutivo la erradicación de coca excedentaria superó las proyecciones y en este año alcanzó una reducción neta de 10.260 hectáreas.
Un trabajo de campo técnico boliviano, al que se invitó a la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), detectó que los datos de cultivos de coca del organismo internacional contabilizan otros cultivos e incluso caminos que suman al menos 1.300 hectáreas, por lo que las 30.500 hectáreas (con datos de 2021) deberían reducirse a 29.200 hectáreas, explicó.
«Hemos visto que restando la superficie de 1.300 hectáreas se ha logrado que seamos el único país en la región, entre productores, que ha logrado una reducción neta (más erradicación que nuevos cultivos)», dijo.
La cantidad de coca erradicada representa 2,5% más de la cifra alcanzada en 2021. Miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta ejecutaron sus labores en la región del Chapare, Cochabamba, y en los Yungas, La Paz, principalmente.
La autoridad destacó el modelo boliviano tiene como característica principal la coordinación con los productores de coca. La Ley General de la Coca reconoce la legalidad de 22.000 hectáreas, de las que 14.300 están en la zona tradicional de los Yungas y el saldo, 7.700, en el Chapare. La superficie excedentaria es ilegal y está sujeta a la erradicación y racionalización.
“Estamos reunidos para informar al pueblo boliviano y a los organismos internacionales sobre los resultados exitosos del modelo boliviano. No solo superaron las expectativas que teníamos, sino que demostramos que nuestro modelo funciona y que no necesita de violencia para llegar a los objetivos”, aclaró Del Castillo.
Según datos oficial del 29 de noviembre del Ministerio de Gobierno, una verificación en campo contabilizó 29.200 hectáreas de hoja de coca en Bolivia.