En estado de coma. Así se encuentra José Luis Tola (31), el trabajador de laboratorios Vita quien fue herido en la cabeza con un balín durante una intervención que realizó la Policía cuando los trabajadores se alistaban para declarar una huelga, el lunes 5 de octubre.
Así lo informó a T-Informas Bolivia David Limachi, miembro del comité de emergencia de los trabajadores de la empresa, quien este jueves junto a otros 180 trabajadores mantenían en puertas de la empresa una vigilia en demanda de la reincorporación de sus dirigentes sindicales, quienes fueron despedidos por la administración.
“Él está internado en el hospital Corazón de Jesús. Él Fue herido junto a otras dos personas Norman Acero y Vladimir Medina a quienes también les alcanzaron los balines. Por esta situación estamos realizando colectas de solidaridad con los compañeros, pero ese dinero no va a alcanzar. La cuenta de atención ya sobrepasa los Bs 50.000 y todavía se debe de la internación”, manifestó el dirigente.
Tola trabajaba en la empresa más de 10 años en el sector de sueros. Tiene una esposa y tres hijos, de los cuales la menor tiene seis meses. Los colegas del trabajador señalaron que su esposa es quien ahora se está haciendo cargo de los trámites para la atención de su pareja y hay preocupación por los gastos.
El lunes, debido a la intervención policial se arrestó a 52 personas, de las cuales a 14, la mayoría dirigentes sindicales, se les instauró procesos penales. Para el miércoles estaba prevista la audiencia de medidas cautelares, que fue suspendida para este jueves inicialmente a las 13.00, pero luego se modificó para las 15.00.
“La empresa ha dicho que ellos habían llamado a la ambulancia, pero en ningún momento se ha presentado la ambulancia y cuando estaba en la calle el compañero José Luis estaba botado y le seguían gasificando. Nosotros vamos a seguir en nuestra lucha hasta las últimas consecuencias, tenemos el apoyo de otros sindicatos, de la Federación de Fabriles, de la Confederación”, afirmó Limachi.
A través de la agencia Renno, se conoció que la parte acusadora tipificó a los dirigentes procesados como “peligrosas y terroristas”. Respecto a Tola, se expuso que el día del conflicto “estaría intentando explotar una garrafa”.
En las afueras de la empresa, se armaron al menos 20 carpas y a sus alrededores los trabajadores mantienen su vigilia ante la mirada de un contingente policial de ocho efectivos, quienes resguardan el ingreso de la infraestructura, que se ubica sobre la avenida Ladislao Cabrera en El Alto. Desde el lunes, las labores están paralizadas en el sitio.
“Es una pena que quieran vulnerar nuestros derechos por la posición de algunos gerentes. Cuando se produjeron los conflictos sociales en noviembre, aquí no había policías y nosotros hemos venido a dormir para proteger la empresa. Ni un solo ejecutivo asomó su cara y así es como nos tratan”, manifestó otro de los trabajadores quien prefirió guardar su nombre en reserva.
A través de un comunicado, Laboratorios Vita admitió la desvinculación de dos representantes sindicales de los trabajadores “porque no realizan ningún trabajo para la empresa desde 2017”, según reportó el matutino Página 7.
“De buena fe, siempre se les ha pagado sueldos y salarios de manera puntual a los dos extrabajadores. Ambos, a título de ejercer la condición de dirigentes sindicales, no realizaron ningún trabajo para la empresa desde 2017 hasta la fecha, es decir, por casi cuatro años”, dijo la gerente general de Vita, Magna Cachi.