El incendio en el municipio de Samaipata, registrado el fin de semana, afectó el 70% del entorno vegetal del Fuerte de Samaipata, lugar que fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
“Algún efecto respecto al sitio como tal no hay, lo que sí, es el entorno de cobertura vegetal que afecta al paisaje cultural”, afirmó el director de Patrimonio del Ministerio de Culturas, Gonzalo Vargas.
El entorno de cobertura vegetal que bordea el sitio en la parte norte, es un sitio natural donde existen especies de fauna y flora que se perdió con el fuego.
Sin embargo, la parte sur, donde se encuentran las pasarelas para los turistas, no ha sido afectada por las llamas. Los muros perimetrales, así como las sendas que tienen cinco metros de ancho, han servido como cortafuegos, explicó.
Vargas expresó su pesar por el daño que afecta la imagen del Patrimonio Cultural de la Humanidad, considerado la mayor obra de “arquitectura rupestre” del mundo.
“Esto nos resta cierta credibilidad en tener gestiones sostenibles de los patrimonios culturales”, dijo Vargas
En la Cumbre Nacional del Patrimonio Cultural, que se llevó a cabo la semana pasada en la ciudad de La Paz, la delegación de Samaipata informó que el Fuerte de Samaipata cuenta con un plan de conservación.
Sin embargo, la situación de desastre que se vive en estos días, pone en peligro los sitios arqueológicos y naturales por lo que se debería implementar un plan de contingencias, sostuvo Vargas.
Asimismo, el director de Patrimonio cuestionó que la población que vive en cercanías del sitio patrimonial continúe con la práctica del chaqueo.
“Es criminal, el chaqueo que termina en incendios (…) nos suicidamos como sociedad con este tipo de acciones”, sostuvo Vargas.
Según información de las autoridades de la región, el incendio se inició con un chaqueo no autorizado que se descontroló y provocó el siniestro de magnitud.
El Ministerio de Culturas asumirá las acciones como corresponden dentro del marco de sus atribuciones para dar con los responsables de este crimen, señaló Vargas.
El sitio arqueológico de Samaipata consta de dos partes: el cerro, que posee numerosos grabados rupestres y fue probablemente el centro ceremonial de la antigua ciudad durante los siglos XIV a XVI; y la zona situada al sur del cerro, donde se hallaban los edificios administrativos y las viviendas, según información oficial.
La gigantesca roca esculpida que domina la ciudad desde lo alto es un testimonio, único en su género, de las tradiciones y creencias prehispánicas y no tiene parangón en toda América.
“El Fuerte de Samaipata es la suma de conjunto de elementos históricos de pueblos ancestrales. Se dice que podría ser combinación de ocupación del imperio incaico en momentos de expansión en articulación con pueblos de la región”, dijo el director de Patrimonio.