Pese a las presiones internacionales para un alto al fuego, Israel volvió a bombardear durante la madrugada del jueves zonas de la Franja de Gaza.
Después de la medianoche, Israel llevó a cabo más de una docena de ataques aéreos en Gaza, incluidos dos que destruyeron dos casas en el sur de Gaza.
De acuerdo a fuentes médicas, al menos cuatro personas resultaron heridas en un ataque aéreo en la ciudad de Jan Yunis, en el sur del territorio palestino.
El Ejército israelí señaló que entre los objetivos bombardeados se encontraban lugares de producción y almacenamiento de armas pertenecientes al Movimiento de Resistencia Palestino Hamás.
Por otra parte, las sirenas anticohetes sonaron en la ciudad israelí de Beersheba y en las áreas fronterizas con Gaza. No hubo informes inmediatos de víctimas o daños.
Estos nuevos ataques llegan tras la insistencia el miércoles del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que su país continuaría atacando a Gaza hasta «lograr su objetivo de devolver la tranquilidad y la seguridad» a sus ciudadanos, en lo que describió como «una disuasión contundente» contra las milicias, según una información publicada por Telesur.
Las declaraciones de Netanyahu llegaron tras un comunicado de la Casa Blanca en el que se informaba de que el presidente, Joe Biden, había pedido a Netanyahu a hacer «una significativa desescalada» de inmediato que vaya «en camino a un alto el fuego».
A las peticiones de un alto al fuego por parte tanto de Estados Unidos se suma la llegada este jueves del ministro de Asuntos Exteriores Alemán, Heiko Maas en un intento de avanzar en el cese de hostilidades.
La escalada de violencia en la región ha dejado hasta el momento al menos 227 palestinos muertos en Gaza, entre ellos 64 menores, mientras que los heridos ascienden a 1.620.
Desde el 10 de mayo, los ataques israelíes han dañado al menos 18 hospitales y clínicas y destruido un centro de salud en la Franja de Gaza, mientras que casi la mitad de los medicamentos esenciales en el territorio se han agotado.
