La Agencia Internacional de la Energía (AIE) urgió este miércoles a los Gobiernos a adoptar más ambiciosas metas de recorte de las emisiones de gases contaminantes durante una venidera cumbre climática de la ONU y advirtió que es necesaria más inversión en energías renovables.
La organización con sede en París dijo en su informe anual que se han hecho grandes avances para dejar atrás los combustibles fósiles y usar más la energía solar y eólica, y que las ventas de autos eléctricos están batiendo récords.
Pero el rebote económico tras los cierres y los problemas causados por el coronavirus viene acompañado por un incremento en el uso de carbón y petróleo, así como un aumento de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases responsables del calentamiento global, matizó la AIE.
La organización advirtió que, aunque progresa, la transición hacia energías limpias «es demasiado lenta» y pidió más inversión en fuentes renovables para evitar el calentamiento climático y «turbulencias» en el mercado energético.
A dos semanas de la apertura de la cumbre climática COP26 de la ONU en el Reino Unido y en plena escalada de los precios de la electricidad en Europa, la agencia lanzó en su informe «serias advertencias ante la dirección que está tomando el mundo» en esta cuestión.
El informe de este organismo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reconoció la emergencia de una nueva economía de baterías, hidrógeno o coches eléctricos, pero este progreso queda contrarrestado por «la resistencia del statu quo y las energías fósiles».
«El progreso de las energías limpias es demasiado lento para situar las emisiones globales en un declive sostenido hacia cero» para 2050, lo que permitiría mantener el calentamiento global por debajo de +1,5 ºC, indicó la AIE, integrada por 30 países.
El petróleo, el gas y el carbón están en el origen todavía de un 80% del volumen total de la energía consumida y son responsables de tres cuartas partes de los desajustes climáticos, afirmó.
Hasta ahora, los compromisos climáticos adquiridos por los Estados solo permitirían, en caso de cumplirse, alcanzar hasta 2030 un 20% de la reducción total de emisiones de gases de efecto invernadero necesaria para mantener el calentamiento bajo control.
«Las inversiones en proyectos energéticos descarbonizados deben triplicarse en diez años para (alcanzar) la neutralidad de carbono en 2050», apuntó el director de la AIE, Fatih Birol.