El 25% de las empresas grandes de Bolivia tiene a una mujer como máxima autoridad, según un estudio de Fundación Iguales, que muestra que la desigualdad de género es una realidad innegable en la gestión empresarial en Bolivia. Ante esta situación se hace necesaria la promoción de entornos más inclusivos, para lo cual se pueden efectuar distintas acciones.
La investigación de Iguales, realizada en empresas grandes y medianas de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, revela también que, si bien existe un grado de participación femenina en los directorios empresariales, “ésta aún es muy incipiente” y deja en evidencia la necesidad de implementar políticas empresariales que estimulen la equidad de género.
Para ser más precisos, el 43% de los directorios no tienen ninguna representación femenina, el 28% tiene una, el 14% tiene dos, el 7% tiene tres y solo el 7% tiene cuatro directoras.
El documento indica también que, del total de empresas grandes y medianas, el 33% cuenta con una mujer como máxima autoridad, lo que se puede explicar con la brecha de género en el acceso a la educación superior y a las condiciones de participación de las mujeres en el mercado laboral.
Según los expertos, este desequilibro puede estar asociado también a estructuras sociales patriarcales, prejuicios, discriminación, normativas, roles de género y a otras barreras implícitas que impiden a las mujeres progresar en su carrera profesional y alcanzar puestos directivos o de mayor responsabilidad.
La mayor participación de la mujer en estos espacios no solo se trata de una cuestión de justicia social, sino de mayor rentabilidad y de importantes resultados económicos y financieros para las empresas. Al asumir esos cargos, la mujer trae nuevas perspectivas en la gestión de equipos o innovación, corrige vacíos y fortalece la toma de decisiones, siendo la combinación de ambas visiones es más productiva.
De acuerdo con Fundación Iguales, las gerentes o directoras aportan una visión diversa, que es crucial para un mercado global en el que más del 80% de las decisiones de compra están influidas por las mujeres.
“Para promover un entorno más inclusivo, es necesario que todas las organizaciones y empresas incentiven la igualdad de oportunidades en su entorno y el desarrollo de talentos sin prejuicios”, afirmó Mónica Cabrera, Líder de Operaciones para Sudamérica de Schneider Electric, una de las empresas que está a la vanguardia de la equidad de género.
Para ampliar la participación de la mujer, la compañía renovó en 2021 su compromiso con la equidad al ponerse metas que deben ser alcanzadas hasta 2025 y que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Entre esos objetivos están que el 50% de las contrataciones sean para mujeres, que el 40% de los cargos directivos de importancia estén en manos de mujeres y que al menos el 30% de los equipos de liderazgo estén compuestos por mujeres.
Las mejoras se comenzaron a ver desde el mismo 2021, ya que se empezó a tener una participación femenina del 44% en el Comité Ejecutivo de la empresa y el 2022 alcanzó la equidad salarial a nivel mundial.
Hoy, la empresa, de 130.000 empleados en el mundo, tiene más de 41% de mujeres en su Comité Ejecutivo, 45% en la Junta Directiva, 42% en todas las nuevas contrataciones, 27% en gerentes de primera línea y 28% en liderazgo senior.
Cabrera destacó la importancia de adoptar un compromiso libre de sesgos, preconceptos y desigualdades al interior de las empresas y de “dar la confianza a las mujeres, para que ellas estén seguras de que, al momento de presentarse a un concurso u oportunidad laboral, lo que se valorará sea la capacidad y conocimiento”.
Brecha salarial
Con el pasar de los años, Bolivia ha dado algunos pasos en dirección a la equidad de género, pero todavía existe un largo camino que recorrer. Los hombres en el sector privado aún mantienen una ventaja salarial significativa sobre las mujeres, brecha que en algunos casos puede superar el 20%, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ante esta realidad, Schneider Electric impulsa múltiples iniciativas que buscan reducir y eliminar las brechas de género en diferentes campos.
En educación, su programa global “Go Green”, de incentivos para estudiantes en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), alienta a los estudiantes a presentar proyectos innovadores y tecnológicos, compitiendo con proyectos de todo el mundo para destacar su potencial en estas disciplinas. Este tipo de esfuerzos no solo transformarán la vida de las mujeres y niñas en el país, sino que promoverán el crecimiento económico y la competitividad empresarial en el mercado global.
Sobre Schneider Electric
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