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sábado, 5 de octubre de 2024
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La literatura escrita por mujeres le da a Bolivia premios y reconocimiento

Toda la logística y el último de los detalles se hicieron pensando en dar realce a las mujeres que escriben y que siempre han merecido.

El nombre del país se pronunció en varios concursos y ferias internacionales de literatura gracias al trabajo de mujeres escritoras. Cuatro de ellas fueron parte de la última Feria Internacional del Libro de La Paz (FIL). A través de ellas se reconoció a todas las escritoras bolivianas emergentes y de todos los tiempos.

Liliana Colanzi ganó el VII Premio Internacional Ribera del Duero, Gaby Vallejo el Premio Mundial Gabriela Mistral 2022, Magela Baudoin el Premio Anna Seghers, Giovanna Rivero fue seleccionada por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como uno de “Los 25 Secretos Literarios Mejor Guardados de América Latina” y Paura Rodríguez recibió la medalla Fray Bartolomé de las Casas al Mérito Literario en el Festival de Poesía en Chiapas.

Como ellas, hay otras que se proyectan entre las nuevas voces de la literatura boliviana. Entre ellas está Elvira Espejo como escritora indígena e impulsora de investigaciones. Quya Reyna, escritora alteña, desde una arista rebelde y contestataria de la literatura joven. En mérito al trabajo de todas ellas, la Cámara Departamental del Libro de La Paz (CDLLP) eligió que la pasada Feria Internacional sea dedicada al trabajo de las mujeres en las letras.

De las más de 400 actividades un 70% estuvieron atravesadas por un enfoque de género. Desde el afiche central, el objetivo fue incluir a la figura de la mujer entendiendo que pese al sistema tradicional en que vivimos, ellas derribaron estigmas y optan por caminos alejados del esquema conservador. Hubo 15 invitadas de diferentes partes del mundo como Laura Freixas de España o la poeta mapuche Daniela Catrileo. Con muchas de ellas se logró el “Diálogo de autoras” moderado por Vicky Ayllón.

Toda la logística y el último de los detalles se hicieron pensando en dar realce a las mujeres que escriben y que siempre han merecido. “Las escritoras no han sido olvidadas, que es algo inconsciente, sino silenciadas, que es algo premeditado. Y algo activo, no se las incluía en las antologías, no se las invitaba a los encuentros literarios y no se las reseñaba”, dijo Colanzi en una entrevista.

No es todo. Los nombres de las salas fueron cambiados. Domitila Barrios, Ateneo Femenino, Emma Villazón y Feminiflor cobraron gran significado porque los visitantes a estos espacios, si no lo sabían, se enteraban del legado que cada nombre implica.

Todas estas ideas ejecutadas por la CDLLP fueron acompañadas por el Estado que se adhirió no solo a los conceptos, sino que ayudó en la llegada de Luzmila Carpio, una de las embajadoras de la música boliviana. Y todo este mosaico de actividades tuvo una respuesta positiva del público. Eso se reflejó en la venta de libros como Feminismo Bastardo de María Galindo y De Challuma he venido basado en la obra de Basilia Catari, ambos títulos publicados con Mujeres Creando.