La secretaria municipal de Planificación, María del Carmen Rocabado, informó este miércoles que la Alcaldía de La Paz investiga el derrumbe que se produjo el martes en un talud de la calle 23 de Achumani.
Y manejan al menos dos hipótesis: fraccionamiento del terreno por cambio brusco de temperatura o movimiento de tierras en la parte superior con posible uso de dinamita.
Además, sobre la presencia de lavaderos en el lugar, la funcionaria edil señaló que estos no deberían estar en el lugar porque se trata de un talud con una pendiente de 90 grados.
“Ellos no debían estar en ningún momento ahí porque es un talud donde la pendiente es tan grande y la cohesión del terreno lógicamente puede generar este derrumbe, este fraccionamiento y si hay movimiento de tierras por detrás, también puede repercutir sobre esta superficie”, dijo Rocabado.
Asimismo, recordó que en los años 2017, 2010 y 2022 se produjeron desmoronamientos en la parte de baja de este sector, donde se encontraron cachorros de dinamita.
“Nosotros también tenemos que investigar claramente si ha habido alguna acción humana detrás de este talud para que repercuta sobre esto. Otro de los trabajos que están realizando nuestros técnicos es saber si la cohesión del terreno, que es como una masa, por la época de lluvia se ha aglutinado, ha sufrido por el cambio brusco de temperatura, bajada, subida, una fractura. Eso también se está investigando para saber exactamente. En 90 grados es muy sorprendente, si ustedes han visto, no es tierra, son bloques inmensos cúbicos de desmoronamiento”, concluyó.
