Latinoamérica requiere de incentivos para la creación de infraestructura digital que permita la implementación de le economía digital. Esto tiene que ver con el desarrollo de redes de banda ancha, pero también con la generación de la demanda: pequeñas y medianas empresas (Pyme) así como las personas deben tener cada vez más acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), mayor uso de dispositivos inteligentes y mayor conocimiento; asimismo, los gobiernos deben generar más servicios masivos que se conviertan en digitales.
Esas fueron las principales conclusiones del Digital Innovation Day 2021, que tuvo este año se denominó “Agenda digital para la recuperación económica”. El evento fue organizado virtualmente por la agencia DPL Global para Huawei y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), organismo internacional que apoya a los 22 países latinoamericanos, más España, Portugal y Andorra.
En este encuentro más de 30 expertos de las telecomunicaciones y autoridades de Gobierno de la región, debatieron las condiciones actuales y los desafíos de le economía digital. Se entiende por economía digital a cómo el uso generalizado de las TIC puede contribuir a la economía real, bien directamente, con el desarrollo de nuevos sectores de TIC, o de forma indirecta, promoviendo el desarrollo de nuevas empresas e instituciones y haciendo más eficaces las tradicionales.
Bolivia
Con Relación a Bolivia, el Viceministro de Telecomunicaciones, Edwin Arandia, señaló en el evento que hace una década, Bolivia tenía los índices de pobreza extrema más altos de Latinoamérica, alrededor de 38 por ciento, y en relación a la brecha digital los indicadores reflejaban una situación crítica, asimismo la penetración de Internet en áreas rurales era prácticamente nula.
Para revertir esta situación, Bolivia implementó el Plan de Desarrollo Económico y Social y el Programa Nacional de Telecomunicaciones e Inclusión Social, lo que les ha permitido tener cobertura de servicios en más del 70 por ciento de su territorio nacional.
Ahora, especificó, las telecomunicaciones se reconocen en el país como servicio básico de acceso universal, donde el Estado es responsable de garantizar su acceso y asequibilidad. Se han desarrollado planes y programas para reducir la brecha de cobertura, por ejemplo, el Plan de Desarrollo Económico Social 2020-2026 que estableció la meta de llevar servicios de telefonía e Internet al cien por ciento de localidades con población mayor a 50 habitantes y hasta 2 mil habitantes
Arandia brindó estos indicadores: 673 telecentros comunitarios, 6.884 localidades con Internet 3G y 4G, más de 2.500 telecentros satelitales, 27.587 kilómetros de fibra óptica desplegada, 13.176 localidades con telefonía móvil, 1.800 escuelas conectadas y 340 capitales de municipios y localidades conectadas.
Talento humano y algunos retos
Por su parte Andrew Williamson, Vicepresidente de Asuntos Públicos de Huawei Technologies, dijo que las investigaciones apuntan a que la preparación del talento humano de un país en cuanto a las TIC, es un factor clave para mejorar el crecimiento de su economía digital, frente a las economías tradicionales. En Bolivia, Huawei viene desarrollando 4 programas para la capacitación de talento humano en las TIC.
“La pandemia de COVID-19 solo aceleró en gran medida la transición digital. Para muchas pequeñas y medianas empresas, fue digitalizarse u oscurecerse. Por ejemplo, Europa ha destinado 170 mil millones de euros a la transformación de las Pyme para recuperar la economía golpeada y democratizar el acceso a las tecnologías”, destacó.
Para impulsar la transformación digital de manera transversal y aprovechar sus beneficios económicos y sociales, sobre todo ante la presión adicional que ha traído la crisis por la Covid-19, Latinoamérica se enfrenta a cinco “verdades incómodas” que debe superar, afirmó Ángel Melguizo, vicepresidente para Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T DirecTV en la región, explicó de qué se tratan estas “verdades incómodas”.
Dichas verdades son: Rezago en inversión en telecomunicaciones, falta de presupuesto para agendas digitales, confusión entre transformación digital y conectividad, vacíos regulatorios y buenas intenciones sin incentivos.
Por otro lado, a medida que la humanidad ingresa en la cuarta revolución industrial, se ha vuelto fundamental que la infraestructura de datos sea abierta y convergente, a fin de lograr un mundo más inteligente, indicó Kendell Chilton, vicepresidente y CTO de Almacenamiento de Datos de Huawei.
“La economía digital será el nuevo motor de la economía global. Los datos, los nuevos recursos y la inteligencia será la nueva fuerza de trabajo del manejo de los datos durante los próximos 10 años. Las tecnologías clave serán la Inteligencia Artificial y el 5G, gracias a la evolución del ancho de banda, la resolución del video pudo pasar de 1080p a 4K y después a Realidad Virtual (RV) y Realidad Aumentada (RA)”, agregó.
Igualmente, para alcanzar los beneficios de la transformación digital en Latinoamérica, se necesita innovación en la industria de telecomunicaciones y el resto de sector productivos, cooperación público-privada y sostenibilidad financiera, afirmó la Directora de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica Hispam, Ana Valero.