La mañana de este viernes, el alcalde de La Paz, Iván Arias, hizo un llamado a la población para que evite arrojar latas, platos y otros enseres en las bocas de tormenta.
Estas acciones ‘irresponsables’ están contribuyendo al colapso de las alcantarillas y generan inundaciones en las calles, que se convierten en verdaderos ríos durante la temporada de lluvias.
Asimismo, Arias expresó su preocupación y afirmó que el problema principal son los desechos que se vierten en las bocas de tormenta. “Hemos encontrado calzoncillos, pañales, latas y platos. Ese es el único problema por el que las calles a veces colapsan. Afortunadamente, los ríos están en niveles normales y no hemos tenido problemas significativos”, dijo.
El Alcalde también se refirió al estado de la infraestructura de drenaje y las lluvias que se han presentado, y aseguró que el Gobierno Municipal estuvo trabajando activamente para mitigar los efectos de las lluvias.
“No es que estamos empezando a trabajar; nosotros hemos movido más de 20,000 volquetas solamente en descargas y en limpieza. Hemos utilizado más de 50 tractores y topadoras”, indicó.
Sin embargo, reconoció que se necesitan más recursos para llevar a cabo obras de mayor envergadura, como el embovedo de los ríos Irpavi, Aruntaya y Orkojahuira, que requieren una inversión aproximada de 600 millones de bolivianos.
Y respecto a la situación en la zona de Gramadal, la primera autoridad de la ciudad afirmó que dicha área está protegida gracias a las obras realizadas y que las aguas están fluyendo con normalidad.
También aclaró que las imágenes que se difundieron en medios eran antiguas y que se está trabajando en las áreas más críticas, destacando que la zona de Aruntaya es uno de los lugares que más necesitaría canalización, pero que ha encontrado dificultades para conseguir los recursos necesarios.