El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo la victoria en la segunda vuelta de las elecciones generales realizado ayer domingo en Brasil y fue electo presidente para un mandato de cuatro años, que comenzará el 1 de enero de 2023.
De acuerdo con las cifras del Tribunal Superior Electoral (TSE), Lula da Silva resultó vencedor al obtener más de 60 millones de votos, el 50,89 por ciento de los votos válidos, al superar al actual presidente Jair Bolsonaro, del Partido Liberal (PL), que buscaba la reelección, quien consiguió más de 58 millones, el 49,11 por ciento, al contabilizar el 99,74 por ciento de las secciones. Se trata de la menor diferencia en la definición de una disputa presidencial en segunda vuelta de la historia brasileña.
El pasado 2 de octubre, en la primera vuelta electoral, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo más del 48 por ciento de los votos válidos, ante más del 43 por ciento del actual presidente.
En una elección polarizada entre dos propuestas antagónicas para el futuro de la mayor economía de América Latina, Lula da Silva venció por un margen más estrecho que lo previsto, con el apoyo masivo de los electores de la región noreste, la más pobre del país.
Lula retorna al poder luego de haber pasado más de un año en prisión entre 2018 y 2019, acusado de hechos de corrupción y condenado, pero después fue anulado por la Corte Suprema.
A los 77 años, el ex sindicalista tendrá la oportunidad gobernar Brasil por tercera vez y retomar su proyecto de ampliar la proyección internacional del país con una política externa universal a través de relaciones amistosas con todos los países.