La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvo este martes que es de interés global alcanzar el objetivo de cobertura mundial en vacunación del 70% de la población dada la probabilidad de que se produzcan nuevas variantes del COVID-19.
La institución hizo referencia al aumento continuo en todo el mundo de la variante ómicron. Ante esa situación, recalcó que es fundamental incrementar la ayuda para que todos los países puedan recibir cuanto antes las vacunas contra y conseguir esa meta a mediados de 2022.
El mensaje lo transmitió durante una rueda de prensa en Ginebra el epidemiólogo de la agencia de la ONU, el doctor Abdi Mahamud, quien destacó que los países no podrán “acelerar” en su vía de escape de la pandemia mientras la variante ómicron siga propagándose con la misma “intensidad” que la variante delta.
“Así que el mensaje principal es: si te vacunas, estás protegido; pero si eres una persona en situación de vulnerabilidad o no te has vacunado, ómicron, por muy leve que sea para los demás, podría afectarte gravemente», dijo, según un reporte de la página web de la ONU.
“Así que la vacunación es fundamental”, acotó.
El epidemiólogo señaló que un número cada vez mayor de estudios parecen mostrar que ómicron afectaría a las vías respiratorias altas, causando síntomas más leves, mientras que otras variantes accedían a los pulmones pudiendo causar una neumonía grave, aunque aclaró que es necesario seguir investigando para demostrar esa valoración.
“El reto no ha sido la vacuna en sí misma, sino la vacunación de las poblaciones más vulnerables”, remarcó antes de instar a más países a impulsar una cobertura de vacunación del 70% de la población de todos los países lo antes posible.
Mahamud explicó que antes de iniciarse las fiestas de navidad, unos 128 países ya habían notificado casos de ómicron e indicó que aún no se dispone de datos suficientes para decir que sea más leve que otras variantes del coronavirus.
El experto indicó que, en Sudáfrica, el país que detectó en primer lugar la aparición de la variante, se experimentó inicialmente un marcado aumento de casos y luego un descenso relativamente rápido, con unas tasas bajas de hospitalizaciones y muertes.
Sin embargo, argumentó que en otras ciudades como Londres, que se ha visto «muy afectada» por el aumento del número de infecciones por COVID-19, las tasas de hospitalización son ahora casi un 20% más bajas que en 2020, antes de que se dispusiera de las vacunas.