En una masiva reunión a la que asistieron delegaciones de todo el país, el Pacto de Unidad, afín al Movimiento Al Socialismo (MAS), se declararon en emergencia por las protestas que se instalaron en varios puntos del país contra ese frente y, de paso, cerraron de forma definitiva las puertas del nuevo gobierno a los exministros.
El bloque que reúne a los sectores indígenas y campesinos, entre ellos la CSUTCB, las Bartolinas, los Interculturales y la Conamaq, se reunió con el presidente electo Luis Arce en el campo ferial de La Paz para evaluar las elecciones presidenciales y la situación actual del país.
Así, se declaró en “estado de emergencia” ante las protestas de la “derecha” sobre la anulación de los 2/3 para algunos trámites en el legislativo y por la revisión de los resultados de los comicios 2019.
Varios grupos se apostaron en las puertas de los cuarteles para pedir una intervención militar e incluso tomar el poder a pocos días de la asunción del nuevo gobierno.
“Declarar estado de emergencia frente a la prepotencia de los grupos subversivos de supuestas uniones juveniles vengan de donde vengan y de todos aquellos que están golpeando los cuarteles para promover otro golpe de Estado”, reseña una de las resoluciones.
No más exministros
Asimismo, definió los ejes de la administración de Arce y le han fijado la premisa de que de gobierno “escuchando al pueblo”.
En ese marco, una de las decisiones de las organizaciones del Pacto de Unidad y sus bases es que del nuevo gabinete estén alejados los exministros y otras exautoridades del gobierno de Evo Morales.
“Conformar un gabinete con gente comprometida e identificada con el plan de gobierno y han estado al frente de la dictadura, sin permitir el retorno de exministros, viceministros y directores del pasado para no cometer los mismos errores. Promoviendo la participación equitativa de mujeres, jóvenes y representantes de los pueblos y naciones indígenas originarias campesinas en el gabinete de ministros”, señala el punto cinco de los 13 aprobados en la cita.
