El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó que el proceso de reactivación de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) ingresó a “fase de arranque” e iniciará operaciones en los próximos días, previo a los resultados que arroje la misma.
“En 2019, el gobierno de facto paralizó la planta, y en 2020 (también en ese periodo) hubo dos intentos de reinicio de actividades; pero, en ese cometido se despidió personal calificado y se dañaron equipos importantes de la industria”, dijo la autoridad en entrevista con Bolivia Tv.
Apuntó que, al asumir Luis Arce Catacora como presidente democrático de Bolivia en noviembre 2020, se encaminó un plan estratégico de reactivación, que a la fecha tiene buenos resultados.
“En ese proceso, hemos evidenciado un daño económico para el país de $us 428 millones por la paralización de la industria; además verificamos turbinas dañadas, planta de nitrógeno inoperable, calderos dañados, entre otros equipos y complementos que tiene la factoría para operar, cuya reparación y puesta en marcha demandó más de $us 53 millones y expertos que no hay en el país”, apuntó Molina.
En esa línea, desmintió versiones de que se estaría descalificando a profesionales bolivianos, ya que para el proceso de arranque de la PAU se convocó a profesionales altamente especializados. “Este personal tiene distintas nacionalidades, coreano, chino, japonés, americano, hindú y también venezolano”, indicó.
Recalcó que para reactivar la planta se seleccionó al personal adecuado y con perfiles idóneos para ese fin. “A la fecha, se tienen 480 personas trabajando en la planta, de las cuales 10 por ciento es extranjera”, detalló.