El presidente Luis Arce denunció ayer martes que en los últimos años “intereses personales, económicos, nacionales y extranjeros”, se unieron para intentar interrumpir la nueva etapa de la historia de Bolivia, que inició en 2020 y que no les importa la democracia, el desarrollo y la economía nacional.
“En los últimos años, intereses personales, económicos, nacionales y extranjeros, se unieron para intentar interrumpir esta nueva etapa de nuestra historia. No les importaron nuestros sueños y el de nuestras familias, no les interesaron nuestros votos ni nuestro compromiso con la democracia, menos el desarrollo y la economía nacional; comenzaron a conspirar, a atacar, a bloquear, a mentir y a sabotear”, afirmó en un post en sus redes sociales.
Además, dijo que no sólo fueron “creciendo en su agresividad, sino también en su irresponsabilidad” con el futuro del país.
“Esos intereses perversos, finalmente, mostraron sus verdaderas intenciones para intentar volver a un pasado oscuro de dictadura”, afirmó al aludir al golpe de Estado fallido del 26 de junio.
Ese día, el entonces comandante del Ejército Juan José Zúñiga comandó un golpe de Estado que fracasó. Movilizó tropas y tanquetas con ametralladoras en plaza Murillo, pero la acción militar fue frenada y neutralizada por acciones del Gobierno nacional.
Según el Gobierno, hasta el momento 22 personas, entre militares del servicio activo y pasivo; y un civil fueron detenidos por la «intentona golpista». El lunes fue aprehendido el comandante de la fuerza de élite F10, Vladimir Lupa Salamanca, porque fue parte de la acción militar.
Las fuerzas especiales F10 preveían el traslado de 19 de sus miembros con armas de alto calibre a La Paz para la asonada golpista del 26 de junio, pero sólo cinco llegaron a destino.
El fiscal Franklin Alborta precisó que son alrededor de 30 personas, entre civiles y militares, los investigados por la asonada golpista en La Paz.
El excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Marcelo Zegarra, reveló en su declaración ampliatoria ante la Fiscalía que Zúñiga aseguró que contaba con el apoyo de las embajadas “Americana, de Libia y de la Comunidad Europea” para el fallido golpe de Estado.