La empresaria mexicana Patricia Armendáriz consideró que el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, debería ser nombrado premio Nobel de la Paz por su Plan de Fraternidad y Bienestar presentado ante las Naciones Unidas.
La también diputada federal por Chiapas lamentó que, pese al entusiasmo con que fue recibida la propuesta de López Obrador de cobrar un porcentaje a las riquezas más nutridas del mundo y a los países del G20 para regular la pobreza, en México el plan se recibió con silencio y críticas.
«Qué triste que la acogida entusiasta de tantas organizaciones del Plan de Fraternidad de López Obrador contraste con el mutis y críticas de algunos mexicanos. El plan es de gran calado y tiene gran viabilidad», estimó la parlamentaria.
Al presidir una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el mandatario mexicano presentó un proyecto para atender a las 750 millones de personas del mundo que viven con menos de dos dólares al día mediante un esquema de aportaciones de personas ricas, corporaciones privadas y países líderes del escenario mundial.
La estrategia, que fue recibida con agrado por más de 47 países, según el secretario de Relaciones Exteriores (SRE) Marcelo Ebrard, consiste en cobrar un 4% de las fortunas individuales y corporativas más fuertes del mundo, además del 0,2% anual del Producto Interno Bruto (PIB) de los miembros del G20.
La representación de Rusia ante Naciones Unidas le recordó en la misma sesión al presidente de México que el Consejo de Seguridad no es el mecanismo adecuado para atender sus demandas, sino la Asamblea General y el Consejo Económico y Social de la misma organización multilateral.
El Gobierno mexicano especificó este 10 de noviembre, en la conferencia matutina de Palacio Nacional, que hará la presentación formal del proyecto a la Asamblea General.
