El Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz informó este jueves del primer caso sospechoso de viruela del mono en el país. Mientras, desde el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) informaron que se gestiona vacunas para la viruela humana, cuyo efecto previene en un 85%.
“Es un caso sospechoso, aún no confirmado, pero al cumplir con todos los síntomas y signos y también el antecedente del contacto, por obligación y por vigilancia epidemiológica nos corresponde aislarlo, investigar y alertar al sistema público y privado que si aparecen (pacientes con) estas lesiones hagan el reporte correspondiente”, afirmó el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Fernando Pacheco.
El paciente es un hombre de 26 años que tuvo contacto directo con dos personas llegadas de España y que tiene todos los síntomas de la enfermedad, fiebre, dolores musculares y lesiones en la piel.
Pacheco informó que se realiza también el control a la familia del paciente, que se encuentra internado en el centro de salud Elvira Wunderlich.
Por su parte, el director nacional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), Max Enríquez, informó que ya se iniciaron los contactos para acceder a la vacuna contra la viruela común humana. La vacuna contra la viruela humana protege en torno a un 85% contra la viruela del simio.
«Son tres laboratorios en el mundo que tienen esta vacuna. La Organización Panamericana de la Salud está también gestionando la adquisición de las vacunas para la región», explicó Enríquez en entrevista con la red Unitel.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) los síntomas de la viruela del mono incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
Las personas que tienen la enfermedad son contagiosas mientras tienen síntomas, normalmente entre las primeras dos y cuatro semanas.
Se puede contraer esta afección a través del contacto físico con alguien que tiene síntomas, por las erupciones y los fluidos corporales (fluidos, pus o sangre de lesiones en la piel) y las costras. El virus puede propagarse también a través de la saliva.