El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, reafirmó este lunes que los resultados de las elecciones generales del 18 octubre son el reflejo exacto de lo que la población boliviana votó, después de que en los últimos días continuaron algunas protestas que buscan poner en duda la transparencia de los comicios.
«Tenemos un resultado que ha reflejado lo que la ciudadanía quería, los resultados son la transcripción fiel de lo que la ciudadanía votó el domingo 18 de octubre y, por lo tanto, la base de autoridades legítimas en el poder Ejecutivo y en el poder Legislativo», subrayó Romero, en entrevista con la Red Uno.
La autoridad agregó que el TSE llevó adelante un proceso electoral «limpio y transparente» porque se ha trabajado con «seriedad técnica e imparcialidad política».
Por eso, «hemos entregado al país el cómputo más rápido de la historia de las elecciones presidenciales y ese cómputo es el reflejo cabal de la voluntad popular», insistió.
Muestra de ello es que los resultados fueron reconocidos por los propios candidatos que participaron del proceso y también por las misiones de observación electoral internacionales y locales.
Sin embargo, algunos grupos, como la Unión Juvenil Cruceñista, no aceptan los resultados porque consideran que hubo irregularidades y, aunque hasta el momento no presentaron ninguna prueba contundente, realizan concentraciones, principalmente en las noches, y hasta intentaron instalar bloqueos, sin mayor éxito.
El cómputo oficial de votos, que concluyó el pasado viernes, confirmó la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS), de Luis Arce, en primera vuelta con el 55,10% del apoyo ciudadano, seguido por Comunidad Ciudadana (CC), de Carlos Mesa, que obtuvo el 28,83% y la alianza Creemos, de Luis Fernando Camacho, que llegó al 14%.
En tanto, el Frente Para la Victoria (FPV), de Chi Hyun Chung, logró el 1,55% del respaldo electoral y Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), de Feliciano Mamani, obtuvo el 0,52% de los votos.