El Bioparque Vesty Pakos liberó en los últimos 11 días, a tres aves: un águila mamani, una p’isaka y una choka acuática. Todos ellos recibieron atención veterinaria especializada y alimentación adecuada antes de ser devueltos a su hábitat natural, informó la Alcaldía de La
Según el reporte del Bioparque, en la atención sanitaria a los animales participaron técnicos especializados, entre biólogos, veterinarios, nutricionistas y guardafaunas, liderados por la responsable del Área de Conservación y Manejo de Vida Silvestre, Ángela Núñez, y el administrador del Bioparque Vesty Pakos, Omar Rocha Olivo.
Águila mamani regresó a Pura Pura
El águila mamani (Geranoaetus melanoleucus) ingresó al Bioparque Vesty Pakos el 9 de mayo. Fue encontrado en la zona de Villa Ingenio de El Alto y fue rescatado por la Gobernación de La Paz. Tras la revisión veterinaria, se evidenció que el águila presentaba una inflamación en su ala izquierda y mal estado de su plumaje.
El ave fue llevada al recinto temporal ubicado en el área de cuarentena del Bioparque, que fue ambientado con troncos y ramas para que el águila pueda reposar sobre ellas. Allí recibió atención veterinaria continua para mejorar la condición de su ala y se le brindó una dieta progresiva similar al de su hábitat natural.
Tras comprobar la buena salud del águila, el animal fue liberado el 15 de agosto en el Área Protegida Municipal Bosquesillo de Pura Pura donde será monitoreado por los guardaparques municipales.
“Una vez liberada voló hasta posarse en un árbol. Desde ahí miró todo a su alrededor como reconociendo su entorno”, señaló Núñez, bióloga y encargada del Área de Conservación y Manejo de Vida Silvestre.
El águila mamani es un ave solitaria que se alimenta de conejos silvestres y pequeños roedores, por lo que cumple una función ecológica importante de control de plagas e incluso de limpieza por consumo de carne de carroña. Es común observarla en las zonas periurbanas de la ciudad de La Paz, explicó la funcionaria edil.
La p’isaka fue liberada en Mecapaca
El Tinamo andino (Nothoprocta pentlandii) o p’isaka, llegó al bioparque el pasado 16 de julio en una canasta de plástico traída por una persona particular que se encontraba preocupada por el estado del ave.
El animal presentaba leves laceraciones en su cabeza debido a los golpes que se dio al chocar con la tapa de la canasta en sus intentos de escape. En su revisión veterinaria, la p´isaka se encontraba en alerta y muy activa, demostrando un comportamiento silvestre. Así que fue llevado a un ambiente provisional que fue diseñado con total aislamiento visual y una barrera de amortiguación para que el ave no se lastime al intentar volar.
Mientras se recuperaba, el ave fue alimentada como ramas de cebada y alfalfa colocadas debajo de las piedras que se encontraban en su ambiente, para que el ave pueda deshojar las mismas. Todo esto para mantener su comportamiento natural.
Finalmente, tras 29 días de rehabilitación, el ave fue liberada en Mecapaca, en un lugar seleccionado que presenta pendientes y vegetación que permitirá que el animal encontre alimento y refugio. “De manera sorprendente el ave emprendió vuelo hacía su libertad, emitiendo su sonido característico”, comentó Núñez.
El Tinamo Andino tiene la característica de poseer un pico fuerte y curveado que le permite escarbar el suelo en búsqueda de su alimento.
La choka retornó al Lago Titicaca
Una choka (Fulica ardesiaca) fue rescatada por una persona particular en el parqueo de un edificio empresarial de la zona de Obrajes en La Paz. Y fue entregada de manera voluntaria al Bioparque Vesty Pakos el 10 de agosto.
En su revisión veterinaria se evidenció que no tenía ninguna alteración física y se encontraba en talla y peso adecuados. Además, presentaba poca tolerancia al ser humano y se encontraba bastante activa.
Al ser un ave acuática, la choka fue albergada en una orilla de la laguna del bioparque, que fue cercada con una malla ‘semisombra’ para evitar el contacto visual con las personas y otras aves. Allí recibió una dieta omnívora que contemplaba vegetación acuática propia para su especie hasta lograr su recuperación.
Finalmente, el ave fue liberada a orillas del Lago Titicaca, donde la densidad de la especie es baja lo que le permitiría encontrar un espacio para vivir.
“Nadó en zigzag hacia las totoras y al poco tiempo la perdimos de vista”, relató, Núñez.
