Un reporte del diario El País de España reveló este domingo que un jesuita español dejó escrito un testimonio insólito en el que confiesa que abusó de decenas de niños en Bolivia y habría sido encubierto por la Iglesia, dejó escrito un insólito testimonio.
El periodista Julio Núñez reconstruyó su historia de la mano de víctimas y allegados, y las publicó con el título «Diario de un cura pederasta: “Hice daño a demasiados”, que recorre el mundo porque sería la primera vez que un miembro de esta orden religiosa deja pruebas de los abusos cometidos y del encubrimiento realizado por la Iglesia Católica
“El jesuita español Alfonso Pedrajas falleció en 2009 pero dejó constancia por escrito de los abusos sexuales que cometió contra decenas de niños en Bolivia en un diario que permite recorrer su vida desde 1960, cuando se hizo novicio, hasta 2008, año en el que ya enfermo dejó de escribir”, indica el medio español.
El texto de Ṕedrajas, apodado “Pica”, no describe los abusos en detalle, pero el diario español lo hace con entrevistas a víctimas y allegados en Bolivia.
“Hice daño a mucha gente (¿a 85?) a demasiados”, admite en el diario secreto, descubierto por su sobrino quien lo entregó a la Fiscalía española, lo denunció ante los Jesuítas y escribió a la redacción de El País.
El religioso, dice en una de sus anotaciones: “Lo que ha llenado este tiempo ha sido el tema de los pederastas en la TV y la prensa. Algunos momentos los he pasado con enorme ansiedad. Me afectó todo: el sueño, el trabajo, las relaciones, la adicción, todo. Tengo miedo”.
Pica, en Bolivia, era famoso. “Es un hombre de una grandeza de corazón increíble”. Así lo describieron en su momento políticos, religiosos, docentes universitarios y estudiantes en Bolivia.
Por ejemplo, un diario paceño manifestó: “Desde hace 10 diez años Pica se dedica a encauzar las vocaciones de los jóvenes hacia la Compañía de Jesús, en su función de coordinador de la pastoral vocacional. Y aunque a estas alturas ha cumplido suficientemente con su misión, Pica continúa en la gran dedicación de su vida desde las tres condiciones que lo califican: un educador intenso, creativo y audaz”.
Alfonso Pedrajas —con amplios estudios en humanidades, literatura, arte, historia, latín, griego, teología y filosofía — trabajó en Bolivia en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, El Alto y centros mineros de Potosí y Oruro.
Como educador pasó por aulas de famosos colegios católicos en los que proyectaba una imagen de un hombre “profundamente cristiano”, señalaba la publicación paceña tres lustros atrás.