Los asesinos del capitán de la Policía Boliviana, José Carlos Aldunate, fueron identificados en las últimas horas: se trataría de Erick y Osvaldo Hurtado, conocidos como los “Hermanos Hurtado”, quienes estaban presos, pero lograron su libertad y decidieron terminar con la vida del efectivo policial por un presunto encargo.
“Hemos realizado una retrospección acerca del modus operandi, que nos ha permitido establecer con total precisión quiénes son los responsables de este asesinato, estamos hablando de una organización criminal que en el pasado ya ha efectuado este tipo de hechos (…). Dos de los cuatro responsables son Erick y Osvaldo Hurtado Aguilera, quienes ya en el pasado se encontraban procesados”, informó el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera.
Asimismo, explicó que las imágenes colectadas de las cámaras de seguridad muestran a los atacantes y a dos motociclistas que trabajaron como “loros” (informantes). Y según las comparaciones del modus operandi, por la contextura física y su forma de caminar, lograron descubrir la identidad de los sicarios.
“Han realizado un trabajo mínimo de un sicariato, han aprovechado de la situación de vulnerabilidad de (Aldunate), quien se encontraba esperando a la niña. Es un ataque premeditado, la camioneta estaba vigilando 12 minutos antes”, detalló Aguilera.
La autoridad reiteró que ambos investigados estaban presos y sostuvo que “se desconoce” cómo obtuvieron su libertad. Ya que los Hurtado fueron vinculados con el ataque a “El Colla”, presunto testaferro del narcotraficante Sebastián Marset.
“No es un ataque solamente contra un hombre, es una agresión a todos quienes creemos en la seguridad y el orden. Mantenemos esta postura y exigimos a la Policía Boliviana que sigamos con la persecución, con la seriedad y el rigor que merece este tipo de hechos (…). Estos sujetos han actuado por encargo, esto quiere decir existe alguien que ha financiado esta muerte”, manifestó Aguilera en conferencia de prensa.
La organización criminal en cuestión utilizó un motorizado indocumentado con una placa clonada, por lo que dos de ellas ya fueron ubicadas y apartadas del caso.
Asimismo, Aguilera descartó que el crimen fuera motivado por un ajuste de cuentas, porque, según su informe, Aldunate no tenía ninguna relación con delincuentes y afirmó que se tiene la certeza de que se trata de «una vendetta» (venganza) del crimen organizado que no quedará en la impunidad.
“Estoy en la certeza de que él (Aldunate) es una víctima de este suceso (…). Este es un ataque del crimen organizado que no va a quedar en la impunidad, pues se han trasladado hasta Santa Cruz diversos equipos de investigación”, concluyó.
