Fundación Viva cerró una exitosa campaña relacionada con el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) con cifras positivas que superaron las metas previstas para tres años de ejecución.
El impulso reciclador de la fundación privada se inició en 2014 y tomó mayor fuerza en 2017 a través de un proyecto piloto potenciado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El proyecto Reciclaje de Residuos Eléctricos y Electrónicos: Economía Circular para la Sostenibilidad Urbana se firmó en abril de 2017 y se prolongó hasta agosto de 2020. Su objetivo fue desarrollar un modelo de gestión integral de RAEE en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Los principales frutos de este trabajo son: 658 toneladas de residuos recuperadas, 3,11 millones de personas que recibieron información sobre el tema, 13 empresas y emprendedores que accedieron a financiamiento a través de fondos concursables, 546 recicladores urbanos no formales capacitados en RAEE y 14 alianzas público-privadas para la recolección y disposición de estos materiales.
Bolivia produce 5,4 kg de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos por habitante cada año aproximadamente, lo que implica que para finales de este año se habrán generado más de 60.000 toneladas de RAEE en el país. Si estos residuos no son correctamente desechados representan un potencial riesgo para el medio ambiente y la salud de la población, poniendo en peligro la sustentabilidad para las generaciones futuras.
En el país, la gestión de los RAEE aún no da respuesta integral al problema de contaminación generado por estos residuos a nivel nacional. Actualmente existen empresas operadoras de reciclaje de residuos en etapa de consolidación, con riesgo de no ser sostenibles por la situación que atraviesa el país a causa de la pandemia del Covid-19.