El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzáles, informó este jueves que más de 218.000 aves de granja y traspatio murieron o fueron sacrificadas por el brote de gripe aviar. Además, explicó que hasta el momento se han identificado 20 focos de infección en Cochabamba.
“Ya son más de 218.000 aves afectadas, algunas han muerto por el virus y otras (fueron) sacrificadas. Hasta el momento hay 20 focos identificados y tratados por el Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria)”, dijo.
Según Gonzáles, pese a la situación los resultados reflejarían un trabajo responsable del Senasag en la prevención y erradicación de la enfermedad. Sin embargo, existe la probabilidad de que algunos avicultores no reporten brotes en sus granjas para evitar el sacrificio de las aves.
Como recomendaron expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “vamos a trabajar en una propuesta de recursos, para poder compensar a estos lugares, donde tal vez no lo están denunciando por temor a que se pueda sacrificar a sus aves”, agregó el ministro.
El 28 de enero, el Gobierno nacional confirmó la presencia de gripe aviar en Cochabamba, por lo que se activó un plan de emergencia sanitaria para contener la propagación del virus.
El plan tuvo respuesta inmediata de expertos de la FAO, quienes junto con las autoridades nacionales y técnicos del Senasag evalúan los trabajos efectuados desde esa fecha hasta ahora para controlar y eliminar la enfermedad en Bolivia.
“(El plan) ha sido revisado por los expertos y nos han manifestado que cumple todos los parámetros internacionales, es un plan que va a conducir a sus objetivos de controlar y erradicar la gripe aviar”, aseguró Gonzales.
Si bien el brote de gripe aviar se registró en Cochabamba, otras regiones, como Santa Cruz y La Paz, donde también existen granjas de aves, están en vigilancia constante.
La influenza aviar, también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
