El alcalde Iván Arias anunció este martes que en próximas horas se declarará la Alerta Naranja en el municipio de La Paz, ante el aumento de las lluvias en los últimos días; y que irán en ascenso, según los pronósticos meteorológicos.
“Vamos a declarar en emergencia naranja a nuestro municipio porque el nivel de lluvias, según del Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) viene en aumento. Las lluvias se han retrasado y ahora en este mes estamos preparados”, dijo Arias.
Por su parte, el secretario municipal de Gestión integral de Riesgos (SMGIR), Juan Pablo Palma, afirmó que la Alerta Naranja será declarada porque en los primeros días de enero las lluvias se incrementaron y fueron de mayor duración, además causaron muchos más casos de emergencia que en diciembre de 2022.
“La Ley Autonómica Municipal de Riesgos establece varios factores uno de ellos es el incremento de casos de emergencia, el otro es algún tipo de proyección o información hidrometeorológica que permita que la situación climática vaya agudizándose y eso es lo que ha ocurrido”, explicó Palma.
La declaratoria de Alerta Naranja significa que todos los funcionarios municipales estarán en aprontesobr, e todo el personal de emergencias, además que se pondrá a disposición toda la maquinaria edil, explicó.
“Significa que todo el equipo de la Alcaldía está a disposición, significa mayor precaución, significa mayor rotación de los grupos de trabajo. Significa que tenemos nuestra maquinaria mucho más en apronte y que también podemos recurrir a maquinarias externas”, explicó el alcalde paceño.
Arias aseguró que la Alcaldía está preparada para enfrentar la época de lluvias y las emergencias que pudieran presentarse, ya que se cuenta con personal y maquinaria. “Estamos moviendo, estamos con maquinaria, estamos con personal, estamos con brigadas de emergencia. Los paceños estén tranquilos, estamos trabajando, no los dejamos, no los abandonamos”, dijo.
Por su parte, Palma llamó nuevamente a la población de La Paz a no echar basura y escombros a las calles, porque el agua de la lluvia arrastra ese material y provoca taponamiento de las bocas de tormenta.
